Se revela mi gran secreto. París. "Gabrielle"

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No quería ir a París. Quería que fuéramos a Londres a visitar a la madre de Lury y regresáramos al Campamento Mestizo, pero supongo que ya había guardado demasiado este secreto. Y ahora con la traición y posible muerte de Aldo, necesitaba sacarme un peso de encima.

La mamá de James era una persona muy amable y hacia malteadas deliciosas. Nos dejó dormir en el cuarto de su hijo y nos preparó malteadas de mango y banana. Yo dormí en la cama de James, Jaz durmió en el pequeño sillón que había junto a la ventana y Lury se ofreció a dormir en el suelo.

Pensar en que mañana iríamos a París, no me permitía descansar. Me moví una y otra vez en la cama sin poder encontrar una posición cómoda. Jazmín dormía plácidamente y Lury tenía la cabeza mirando al techo, pero no pude decir si estaba despierto o no. Decidí levantarme y andar a gatas hasta donde estaba él. Lury giró la cabeza en mi dirección y sonrió, se sentó y golpeó ligeramente el suelo con su palma para decir que me sentara junto a él. Me senté, cerca, y le hice una pregunta boba.

- ¿Tampoco puedes dormir?- murmuré.

Él negó con la cabeza.

-No dejó de pensar...

Pero no terminó su oración.

- ¿En la chica del aeropuerto?- pregunté-. Su nombre era Axel. Era muy bonita.

Su expresión era una negativa en su máxima expresión.

- ¡No!- dijo en voz alta. Jaz se movió un poco pero no despertó. Siguió hablando en voz baja-. ¿Por qué diablos pensaría en ella? Habló de la guerra. Si perdemos y Cronos derroca a Hades, ¿qué pasará con nuestras almas? Aunque muriéramos en la batalla, tenía la esperanza de... de aún poder verte en los Elíseos.

Eso me provocó cosquillas en el estómago. Lury tenía la facilidad de hacerme estremecer con sus palabras. Él decía que era el único atractivo que tenía, eso y los ojos de su madre, pero a pesar de las cicatrices y la nariz medio dañada, era guapo. Sabía que estaba enamorado de mí, no sabía desde cuándo, eso no lo había notado antes; Tanya dice que él era bastante obvio, pero ahora ya estaba segura. ¿Cómo me sentía yo con respecto a él? Esa es la pregunta del millón de dracmas: no lo sé. Era dulce y tierno conmigo, me hacía reír y era muy valiente, pero siempre que veía su rostro, se transformaba en Aldo y eso me confundía mucho. No quería darle falsas esperanzas, pero aun así le tomé la mano.

-No te preocupes por eso- le dije-. Si Cronos nos exilia de los Elíseos, encontraremos otro paraíso donde estemos juntos... con James claro.

-Sí claro... los tres juntos- su mano empezó a sudar-. La mejor triada de semidioses del mundo.

-Me quiero recostar, estar sentados es aburrido.

Se acostó junto a mí, ligeramente apartado y juntos miramos el techo de la habitación de James. No le había soltado la mano, se sentía reconfortante.

-Gab, si yo muriera, ¿qué harías?

La pregunta me sorprendió.

- ¡Cállate! No digas eso nunca otra vez, ¿está claro?- suspiré profundamente y le respondí-: Supongo que tejería tu manto, te rendiría honores, te vengaría y finalmente lloraría por ti a solas.

Me apretó la mano, supongo que estaba conmovido o algo así.

-Te quiero- dijo-. Descansa.

-También descansa- dije-. Te quiero.

Y nos quedamos dormidos en el suelo, con las manos entrelazadas.

***

Jaz se levantó y soltó un gritito cuando nos vio a Lury y a mí en el suelo tomados de la mano (¡estábamos apartados, por todos los dioses!). James entró corriendo en sus pijamas de guitarras.

No es fácil ser un semidiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora