Uvas y fuego griego. Me encanta la combinación. Túnel Holland. "Gabrielle"

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Realmente no recomiendo pelear bajo tierra, es muy difícil. En especial si tus compañeros son chicos que les gustan las explosiones.

Me asignaron para reforzar a la cabaña de Hefesto, ya que la muerte de Beckendorf los había dejado únicamente con cuatro miembros. Los hijos del dios mecánico parecían decididos a acabar con el ejército de Cronos para vengar a su hermano caído. Trajeron toda clase de trampas, muchos jarrones de fuego griego y cada uno de ellos estaba armado con una espada. Yo sólo tenía dos hachas, una armadura y una cabeza llena de preguntas.

No podía creer que Aldo siguiera vivo, no era posible que pudiera salir del Laberinto antes de que colapsara al morir Dédalo. También era difícil creer que Hypnos, amenazara a Lury para que salvara a Aldo; pero ¿salvarlo de qué? Nadie lo había obligado a traicionarnos, él escogió ese camino, tomó la decisión de pasarse al bando de Cronos. Pero sin importar lo furiosa que estuviese con él, yo intentaría convencerlo de arrepentirse. Sólo necesitaba sobrevivir a esta batalla.

El Túnel Holland no estaba tan concurrido, así que quitar a los mortales del camino fue muy fácil. Los chicos de la cabaña nueve colocaron sus trampas por todo el túnel, mientras yo convocaba el poder de Dionisio para que las plantas sacaran a los mortales y los pusieran a salvo.

—Ya están todos fuera— le dije a Jake Mason, el actual capitán de la nueve—. Tenemos vía libre para pelear.

—Excelente, Gabrielle— dijo Jake—. Tengo otra tarea para ti. Requerirá muchísima energía y concentración.

—Puedo con lo que sea. Dime que hay que hacer.

—Admiro tu entusiasmo. Sígueme, por favor.

Había un pergamino desplegado sobre el cofre de un vehículo. Los hijos de Hefesto señalaban distintos puntos y los marcaban con piezas de metal. Cuando lo vi de cerca, noté que era un boceto hecho a mano del Túnel Holland, todos los autos estaban donde debían estar, casi parecía una imagen satelital.

— ¿Traían ese plano con ustedes?— pregunté a Jake.

Él negó con la cabeza.

—Nyssa acaba de dibujarlo.

—Sé que no es muy bonito— dijo ella—. Pero tenemos algo de prisa.

—No dije eso. Sino que parece que lo hicieron con mucho tiempo y cuidado sobre una mesa de dibujo técnico.

Nyssa se sonrojó.

—Pues gracias, ahora sigamos con el plan. Jake.

—Sí, claro— Jake se aclaró la garganta—. Estas pequeñas piezas de metal representan las trampas que hemos colocado a lo largo del túnel, cada una de ellas se activa con un fino cordón metálico. Aunque el cordón sea delgado, algunos monstruos pueden verlo o detectarlo por su olor, como los telekhines. Lo que necesitamos que hagas es que cubras el Túnel Holland con plantas de uva, así podremos disfrazar el mecanismo.

—Yo me encargaré de dibujar lo que queremos para que te des una idea— dijo Nyssa—. Pero requerirá mucha energía de tu parte. No te lo pediríamos si no estuviéramos cien por ciento seguros
de que funcionará.

Vi el boceto y luego el túnel, lo imaginé cubierto de vainas y uvas. Los monstruos pasarían por ahí y cuando pretendieran tomar un racimo... ¡Boom! Trampa de fuego griego. La sola idea era irresistible e hilarante.

No es fácil ser un semidiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora