Mi amor empieza a florecer y lo arrancan de raíz. "Mary"

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¡Hola de nuevo! Apuesto a que me extrañaron.

Me parece que es momento de dejar de lado la matanza de monstruos y las misiones peligrosas, y que pasemos al drama y al romance. Bueno, aquí va.

Durante los seis días que mis amigos estuvieron fuera, Joshua y yo trabajamos en un proyecto que nos ayudaría a encontrar a Edward: una especie de localizador mágico de semidioses. Una vez que lográramos encontrar a nuestro amigo, mandaríamos un mensaje iris a Lury y a los demás para que lo rescataran.

Por desgracia, por más que lo intentamos, nunca funcionó; incluso provocamos un par de explosiones en la forja. Por todo ese tiempo que pasamos juntos, Joshua y yo, nos hicimos aún más cercanos que antes, como hermanos. El dispositivo nunca funcionó de todas formas. Durante seis días estuvimos trabajando y lo único que conseguimos fue un sonar. Así que sólo nos quedó tener esperanza en que nuestros amigos encontraran a Edward por sí mismos.

Gracias a los dioses así fue. Los seis regresaron sanos y salvos, y acompañados de un nuevo semidiós. Todos parecían haber cambiado bastante desde que salieron del Campamento Mestizo y no sólo físicamente: Lury se veía más alto y más fuerte (más guapo), pero a la vez parecía triste o roto de forma emocional. Todos los demás también tenían algo diferente, como si hubieran madurado tres o cuatro años en tan sólo seis días.

Quedé bastante impresionada cuando nos contaron todo por lo que habían pasado, en especial la parte donde Lury venció él solo a dos dioses y cuando los pegasos los salvaron de Luke Castellan, yo creo que Luke es el indeseable número uno entre equinos.

Al día siguiente de su llegada, Joshua y yo tuvimos que limpiar el desastre que hicimos en las forjas. Mientras yo barría los trozos de chatarra esparcidos por el suelo, él se encargaba de limpiar las manchas quemadas que quedaron por el lugar.

No podía sacar la imagen del nuevo Lurygon de mi mente. Creo que me sentía enormemente cautivada.

—Creo que Lury se ve más guapo y melancólico— dije—. ¿Tú qué opinas?

—Mary, el día de ayer hablaste durante media hora sobre él— dijo Joshua—. Si te gusta, ¿por qué no se lo dices? Yo creo que es buen chico y es nuestro amigo.

—Nunca dije que me gustaba— me ruboricé tanto, que sentí el calor de mis mejillas y mis orejas—. Sólo que... bueno, ya lo dije.

—Sí claro. Lury y Mary, sentados en un árbol, B-E-S-Á-N-D-O-S-E— cantó él.

—No eres divertido.

Le di un puñetazo amistoso en el brazo.

***

Pasaron los días. El invierno terminó y tuvimos que volver a la escuela. Yo asistía a la misma que Joshua y Lorraine, por desgracia no me tocó la misma que Lury, era peligroso tener a tantos semidioses en un mismo lugar, demasiado atractivo y apetitoso para los monstruos. Lo cierto es que tuvimos muy pocos problemas con los monstruos; todo gracias a Lorraine y su habilidad para controlar la Niebla fuimos capaces de ocultar cada incidente de los ojos mortales.

Yo sólo anhelaba la hora de regresar al Campamento Mestizo y ver a mis amigos, al menos los que seguíamos siendo amigos. En ocasiones Lury se alejaba de nosotros porque Aldo, el nuevo semidiós, o Gabrielle estaban presentes. Al parecer ya no se llevaban bien.

Así que cuando Lury se iba, yo me quedaba con las ganas de seguirlo para que tuviera en mí una persona para desahogarse y/o un hombro para llorar. Pero nunca tuve el valor de hacerlo.

—Sólo dile que te gusta— insistió Joshua—. Los chicos no somos adivinos y a decir verdad, también somos bastante despistados para entender las indirectas.

No es fácil ser un semidiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora