1. Comienzo.

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ALESSIA

Hace un año perdí a mi novio Eric desde la secundaría en un accidente de coche, fue un dolor desesperante, pero logré superarlo. Luego cuatro meses después presencié la muerte de mi hermano mayor Enzo, fue otro dolor más. Así que después de todo eso decidí ir a la universidad de Norteamérica, no quería estar en Italia un día más.

Pero tuve que volver para el verano.

Esa noche de tanta insistencia de mi hermana Isabella terminé aceptando su propuesta en toparnos en una fiesta, donde tocara una banda muy famosa en Roma. Estar en Italia es como estar en los Estados Unidos, siempre es lo mismo todos los días. No me cambió nada yendo para allá, excepto que terminé aceptando la muerte de mi novio y de mi hermano.

Salimos de la zona VIP y nos sentamos en la barra para ver mejor a la banda que esta por tocar.

— ¡Están listo para Snake! —gritó un hombre gordo a través del micrófono desde el escenario.

Y la gente se volvió loca.

— ¡Snake, Snake, Snake! —gritaba y saltaba mi amiga Natalia que estaba a mi lado. No pude evitar sonreír y negar con la cabeza a la vez, sus rizos rubios golpeaba mi cara. Llevamos bebiendo lo mismo desde que llegamos y no puedo creer que mis amigas y mi hermana ya estén borrachas. Debe ser porque yo no bebo de grande sorbos como ellas.

Mi hermana regresa de bailar y apoya los codos sobre la barra y ordena otro trago.

— ¿En serio, Isabella? —Enarqué una ceja. Ella Asintió y tomó el trago que le ofrecía el camarero. — Joder, que sea la última, por favor.

Estaba muy borracha. Isabella tiene dieciocho, y yo soy un año y medio mayor que ella, pero para mí no va deja de ser la niña rubia que cuidaba cuando éramos unas chiquillas. Sé que a veces mi sobre protección la agobia pero, no puedo evitarlo.

Observé que la banda que suele llamarse Snake empiezan a cantar. Pensé que cantaban canciones propias pero estaban haciendo un cover de los Beatles. No podía creer que las chicas de este lugar estén muriéndose y gritando como locas por tres chicos como si fueran N'SYNC o Madonna.

—Tienen talento, pero... un cover lo hace cualquiera. —les dije a las chicas que estaban moviendo sus cabeza al ritmo de la música.

— ¿Qué te pasa, Alessia? —pregunta Aurora como si hubiese dicho una tragedia. — Los Snake son talentosos.

Rodé los ojos.

—A ver, Aurora Di Rossi, nunca he dicho que no lo sean. Solo digo que un cover lo hace cualquiera. —Sorbí un poco de tequila, mientras sentía la mirada fulminante de Aurora. — Cantan lindos, ¡Sí! Eso no se niega, pero... o sea ¿Qué tienen de interesante?

— ¡Qué están cogibles! —Gritó ella por encima de la música. Todas soltaron unas carcajadas y empezaron a cantar a todos pulmón la canción y no podía evitar cantarla también.

Natalia Fossatti era una rubia de ojos azules que estudió con mi hermana en la prepa y Aurora Di Rossi era una morena de ojos café que fue conmigo a la escuela y a pesar que éramos un grupo grande de amigas, nos separamos en cuantos nos graduamos. Yo fui la primera yéndome a América para superar la muerte de mi novio, más que todo la de mi hermano. Pero no podía terminar mi amistad con estás locas. De verdad apreció nuestra amistad. Todas la apreciábamos.

—No saben cuánto odio al cantante. —Comentó Isabella, mientras da un buen sorbo a su bebida. — En la escuela fuimos juntos a clase de historia, español y ciencia. Y es tan egocéntrico y antipático que no lo tolero. —Ella era igual de egocéntrica y antipática. Rodé los ojos, no sé de qué se queja.

Bajo el mismo cielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora