65. Explosión.

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EIDEN

Solo quedaban veinticuatro horas para el evento que organizan la presidencia. En la que los grandes empresarios asistirán, incluyendo a los Safrorcik, Basso, Moretti y cientos de narcotraficantes más. En la madrugada fuimos los hombres de Valerio, mis amigos y yo a colocar las bombas alrededor del barco y dentro. Hicimos todo con cautela.

Todo salió perfecto.

—Quiero verles vomitar sus propias tripas y hacerlos arder en el infierno. —La comisura de mis labios dibujó una sonrisa malévola al repetir las palabras de Jace minutos antes. — Quiero que seamos libres.

—Lo seremos —contestó Theo con los ojos alegres.

—Me gusta. Los eliminaríamos de golpe —dijo Valerio, excitado. — Ustedes parece que nacieron para una misión. Una misión que lograran con éxito.

Pensé en los invitados.

—Solo hay un problema.—dije.

— ¿Cuál? —preguntaron casi todos a la vez.

—Los invitados.

—Sacaremos a las personas inocentes del lugar, no serán muchas, la mayoría que asisten a esos eventos son de la mafia y... —empieza decir Valerio. — Obligatoriamente tendremos que ir, o sospecharían. Está más que claro.

Me pellizqué el entrecejo con los ojos cerrados. — Vale, pero que las chicas no asistan.

—Me parece perfecto.

—Saldremos antes del alboroto. No consentiré que les pase nada. Confíen en mí.

Confiaba en él. Nos ha ayudado mucho.

De repente la puerta se abre de golpe, dejando a Will con un rostro muy trágico.

—Discúlpenme si interrumpo la reunión, pero es que se llevaron a Isabella. —anuncia.

Jace casi se vuelve loco, pero lo cojo de los brazos para que se tranquilice.

— ¿Quién se la llevó? —grita Valerio frustrado.

—Su esposo, señor.

Darío Basso.

Apreté los dientes. — ¿Cómo pasó eso?

—Salió muy temprano y el hombre que la escoltaba lo mataron para llevársela.

—malditos imbéciles. —masculla Jace, furioso — Seguro la estaban cazando desde hacen días, para poder llevarla al evento.

Negué con la cabeza. — Más seguro.

—No se preocupen, ahora más que nada asistiéremos mañana por la noche al evento y la buscaremos. Y haremos estallar a todos esos cabrones. —Dice Valerio amenazante.


Más tarde esa noche, Alessia me pidió explicaciones sobre el plan de mañana. Le expliqué donde estaba cada bomba, como se desactivaba por si ocurría algo, le expliqué la hora en que se pensaban hacerla explotar. Esta un yate que nos estará siguiendo desde el primer momento.

—En ese mismo yate estará Will vigilando, él hará explotar el yate en cuanto dejemos el barco. —explico.

— ¿Tu estarás bien? —pregunta preocupada.

—Sí, mi amor. —Acaricio su mejilla. — Rescataré a tu hermana y todo saldrá muy bien.

—Quisiera asistir.

—De ninguna manera. —casi no la dejó terminar. — ¿Poner tu vida en riesgo? No, de ninguna manera, quiero estar allá y pensar que tú estás aquí, a salvo, y no pensar que estás en peligro. Prométeme que lo entenderás.

Bajo el mismo cielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora