9. Venganza

2.1K 114 4
                                    


EIDEN

Estaba hablando con Natalia y Aurora en la cafetería, cuando Evan me llama con ojos suplicante que tenía que decirme algo muy importante. Lo sigo hasta afuera de la cafetería y por la expresión que tenía Jace y Theo no era nada bueno.

— ¿Qué sucede? —pregunté preocupado.

—Recuerdas cuando nos pediste que averiguáramos más sobre la muerte de tu padre. —dijo Jace. Asiento y continúa. — No te va gustar lo que te vamos a contar pero, por lo que Grace escuchó... lo asesinaron por una estupidez.

La sangre comenzó arderme.

— ¿Quién fue? —Era lo único que quería saber. Juré que me vengaría.

Al ver que ninguno respondió, Grité;

— ¡¿Quién Fue?! ¡Respóndanme! —Estoy al borde de estallar de la rabia más de lo que estoy.

—Alonzo Moretti.

No pude soportar el peso de mi cuerpo por lo que me tambaleé llevándome la mano a la cabeza. ¿Alonzo Moretti? La persona que mi mamá ha admirado toda su vida por ser generoso a ofrecernos una Beca. El que ha ayudado a cientos de personas en el país. El papá de Isabella y Alessia. ¿Qué coño? ¡Joder!

—Maldito hijo de puta. —Mascullé. —Lo mataré con mis propias manos. —Apreté mis manos y mis dientes. Tenía los ojos inyectado en sangre, la sangre me ardía estaba furioso. Mi papá no era más que un hombre luchador y en la manera como lo lanzaron en la puerta de mi casa todo ensangrentado no lo olvidare jamás.

Trato de calmarme pero no puedo. Las ansias de venganza me corrían, me ardían en la piel. Los mataría a todos, de eso no cabía ninguna duda. Los mataría lenta y agónicamente.

—Sabes que estamos contigo, eres nuestro amigo y si es de vengarnos de ese pedazo de basura. Yo estoy contigo. —Siseó Theo.

—Tú sabe que yo también. —Intervino Evan. —Lo peor fue que... Alonzo lo asesinó por el simple hecho de no hacer su trabajo como es debido. Le arrebato la vida a una persona solo por no cumplir con algo. Eso es enfermizo.

—Tengo un plan. —digo cada vez más cabreado. Noto palpitar la vena de mi cuello. —Tengo un gran plan. Pero eso sí, a Isabella y a Alessia no se meten en esto.

Los tres asintieron, estaban de acuerdo conmigo.

Llegué a mi casa aún intentando asimilar lo que me acaban de decir mis amigos. No podía creer que en este país existan políticos tan corruptos y estaba dispuesto a averiguar la vida de esa Familia. Pero también tenía que hablarlo con mi mamá, ella merece saberlo todo. Y quitarle la venda de los ojos.

—Mamá... —Digo, apenas apareciendo en la cocina. Ella me mira sonriente y me posa un beso en la mejilla.

—Preparé tu comida favorita, mi amor.

—Gracias... —resoplo.

— ¿Te pasa algo? —su rostro de preocupación, quise evitar contarle. Mi mamá se preocupa mucho por mí, soy su único hijo. Si le cuento lo que planeo hacer, va negarse.

—Nada, mamá. Eh... saldré con los chicos ¿vale?

—Está bien, cuídate.

Salgo de la casa y rápidamente cojo el celular y marco el número de Jace.

—Jace, iré a la mansión de los Moretti. —dije apenas respondió.

— ¡No! ¿Qué te pasa? —suena alterado. — No actúes así, Eiden. Ahora que ya sabes cómo son esa familia debes calmarte, o terminaras muerto igual que tu padre y no harás nada para acabar con esa gente. Luego, ¿Qué pasara con tu mamá? La dejaras destrozada si te llega a pasar algo a ti, y no solo a ella, cabrón. También a mí.

Bajo el mismo cielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora