45. Perdón.

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ALESSIA

Voy por la cerveza número 5. No entiendo como Evan puede hacer identificaciones falsa, sé que es bueno hackeando pero, ¿Haciendo identificaciones falsa? Qué brutal. Alan me envío un mensaje de que no vendría, de verdad por alguna razón me puso un poco mal, quería que viniera. Rodé los ojos cuando Isabella empezó hacer sus show que le queda fatal.

¿Ponerse a bailar como stripper? ¿En serio? Y Jace no hace nada.

—Isabella. —La llamé, pero hizo caso omiso. Así que decidí ignorarla.

Después de yo haber bailado demasiado tiempo, miro a Natalia que estaba coqueteando con unos tíos, y no uno, sino dos. Como Aurora se divierte con Evan, como Jace mira apasionadamente a Isabella. Y esas son cosas que me hace que pensar mucho en él.


                                       *          *          *           *

Por la mañana me tocó ser de niñera. Limpiando, bañando y dándole la comida a Isabella. Se puso tan borracha anoche que hoy amaneció con la peor resaca que una persona podría tener. Y, no quería dejarla sola, a pesar de que tengo que ir a trabajar. Después que la baño una vez más, la ayudo a que se acueste sobre la cama para darle la sopa. No sé si se estaba haciendo la tonta para utilizarme a que le haga todo o de verdad se sentía mal. Es que es tan buena actriz que a veces ni lo distingo.

Pongo la taza de sopa sobre su regazo para ver el mensaje que me enviaron. Creí que era la señora Scott, mi jefa, pero no. Era Alan.

¿Podrías darme la dirección de tu casa? Quiero visitarte.

Arqueé una ceja, y sonreí mientras le mandaba la dirección.

—Guau, una sonrisa en un mensaje significa muchísimas cosas. —Dijo Isabella, antes de comer un poco de su sopa.

—Es Alan, el hombre de quien te he estado hablando. —Rodé los ojos cuando me sonrió pícara. — Y, no, no pasa nada entre nosotros, apenas lo conozco, Isabella. Es imposible que alguien te guste así como así.

—Eso no fue lo que te pasó con Eiden.

Me arde la sangre cuando siempre me nombran a Eiden.

—Es diferente. No creo en el amor a primera vista, eso es imposible. Amar a primera vista, Joder. Es ridículo.

—Yo comencé a creer en el amor a primera vista desde que Eiden y tú se encontraron en aquel bar. —Me sonríe. — A partir de ahí comencé a creerlo. Fue una conexión increíble. Se atrajeron en el primer momento en que se cruzaron de mirada.

—No inventes. Yo sí sentí atracción por Eiden la primera vez que lo vi, pero de ahí a amarlo, nunca. No fue así. Empecé a amarlo con el paso del tiempo y eso...

— ¿Y ahora lo amas?

—Isabella...

—Es solo una pregunta. ¿Sigues enamorada de Eiden Di Castro?

La miré a los ojos, y le sonreí débil asintiendo con la cabeza. Ella me devolvió la sonrisa y dejó de hablar del tema. Sabía muy bien que hablar de él, me afectaba mucho.

—Creo firmemente en el karma, si existe de verdad, la llevo clara. —Dijo Isabella, y sin entender porque dice eso, me levanto de su cama ahora que la veo un poco mejor y me dirijo a la sala.

Después de permanecer sentada y en silencio durante un rato, me levanto de mala gana y le escribo un mensaje a la señora Scott diciéndole que no pude ir a trabajar porque me dio un fuerte dolor de estomago, y por lo que me respondió parece haberse comido la gran mentira.

Bajo el mismo cielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora