Te cuidaré

Capitulo 4

-MIA EVANS- ▪Martes 12 de Octubre. Toco el piano en un gran teatro, no hay nadie, tan solo se escucha la hermosa melodia que producen mis pálidos dedos. Un largo vestido rosa con flores en todo mi tronco que acaba en una suave pero larga tela del mismo color me acompaña en este mágico momento. Unas cálidas manos acarician mis hombros descubiertos, unos gruesos labios besan mi cuello cariñosamente haciendo que sonría mientras mis dedos fluyen sobre las teclas.
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-Hermosa. -susurra una ronca pero dulce voz masculina.
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Sonrio como si lo conociera de algo, el hombre se sienta junto a mi y logro ver sus preciosos ojos rasgados de un color café realmente hipnotizante. Sus labios se curvan formando una hermosa sonrisa provocando que su redondeada nariz me llame más la atención junto su poca barba acompañada de un bigote algo pobre. Mis dedos paran de tocar esa melodía dejando todo en silencio, sus cálidas manos se entrezan con las mías mientras mis ojos viajan a un lugar paralelo a este sueño junto a él. Sus canosos labios frenan justo sobre los míos, suspira muy levemente y agarra mi pálido rostro entre sus manos separando nuestro agarre anterior.
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-Te amo. -susurra muy suavemente.
-Y yo a ti. -susurro cerrando mis ojos.
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Sus labios van a chocar con los míos pero noto como me balancean, suspiro sentándome en mi cama y froto mis ojos al darme cuenta que ha sido un sueño.
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-Venga hija, acompáñame a hacer los recados y así te da el aire, no has ido ni al instituto -dice mi madre tocando mi mejilla.
-No tengo ganas. -susurro.
-Venga hija.
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Me pongo en pie con su ayuda, me viste y me cepilla el pelo mientras tararea una dulce canción que siempre me ha cantado. Nos montamos en el coche, me lleva agarrada del brazo a donde quiera que vaya mi madre hasta que me deja sentada mientras compra algo. Bajo la cabeza suspirando, ese horrible lobo aparece en mi mente pero el sueño de esta noche relaja mis pensamientos ¿quién es ese hombre? No sé quién es y según los médicos, jamás sabré quién es ese moreno de ojos castaños, jamás veré.
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-Otra vez tú. -dice esa ronca voz que me resulta familiar.
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Mi cuerpo tiembla, me pone a alerta, él que supongo que es un hombre se sienta a mi lado y deja un suave beso en mi mejilla haciéndome notar que sus labios son muy carnosos.
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-No te voy a hacer nada, no tiembles. -susurra.
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Cierro los ojos nerviosa, noto como acaricia mi cabello e intento alejarme de él.
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-Mírame, no te asustes. -susurra.
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Las lágrimas bañan mis mejillas y me pongo en pie nerviosa ¿por qué me da tanto miedo este hombre? ¿El estúpido no se da cuenta que soy ciega?
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-Usted otra vez. -dice mi madre agarrándome.
-Siento incomodar a su hija. -se disculpa el hombre.
-No se acerque más a ella y no le hará más llorar, ella no le ha hecho nada. -dice seria....