-MIA EVANS- ▪Martes 5 de Febrero.
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Me miro en el espejo tras salir de la ducha, miro el reloj asegurandome que tengo tiempo para ir a la Universidad. Me miro en el espejo, sonrio al verme y me tocos las mejillas. Ya no están con esas pecas que tenía hace años, mi corta melena ahora no es lisa ya que siempre la ondulo, ya no soy la niña de quince años asutada por estar sola, ya no soy Mia Evans. Ahora soy Emily Oliva, la chica de veintiún años, patinadora sobre hielo, universitaria estudiando anatomía humana y profesora de patinaje sobre hielo para niños discapacitados. Emily y Mia no son la misma persona, Mia era timida, estupida; Emily no tiene vergüenza, abrí los ojos. Es ironico todo, son distintas pero ambas tienen en común una sola cosa: están enamoradas de un hombrelobo, nuestro hombre. Saco la ropa del armario y miro el tatuaje que tengo en la cadera cuando me desnudo: el rostro de un lobo. Me seco, cepillo y ondulo el cabello y tras dos capas de rimel estoy con mi mochila atrás camino a la Universidad mirando mi teléfono. El bloqueo y el desbloqueo de mi movil son una minima oportunidad para sonreir: de bloqueo una foto haciendo la estupida con mi hermano y de desbloqueo él, solo él posando frente una camara con su torso al descubierto y su sonrisa de bebé. Esucho al profesor mientras dibujo chorradas, alzo la vista al escuchar la estupidez que dice y alzo la mano.
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-¿Cómo está tan seguro que un humano y un animal no pueden ser uno? -pregunto seria.
-Señorita Olvida, Crepusculo la hemos visto todos. -bromea.
-No estoy de broma, eso puede ser posible. -me defiendo seria.
-Demuestreló y me callaré, señorita.
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Rio ironica ante sus palabras, me curzo de piernas y reprimo una carcajada al pensar la brutalidad que he pensado "si supiera que hace seis años se la estaba chupando a un hombre lobo" Tras mi jornada de hoy salgo casi literalmente volando, el reloj está en mi contra todos los martes ya que tengo que ir a las clases.
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-Emily ¿cómo estás? -pregunta la señora mayor que tengo como jefa.
-Muy bien, siento llegar tarde, vengo de la Universidad. -respondo educadamente.
-Cambiate y come algo que estás muy flaca. -aconseja y rio.
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Hago lo que me dice y como en el bar que hay frente la pista cubierta, me pongo los patines y los guantes recordando cuando me trajo aqui cuando era ciega. Jesús estaría orgulloso de mi si se acordara de mi existencia. La dos chicas que tengo en la primera clase tienen sindrome de Down pero nose como lo hacen pero esto se les da genial.
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-¿Y esto? -pregunta una de ellas señalando el tatuaje.
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Parece que la camiseta de hoy deja ver mi tatuaje y jamás lo habian visto. °
-Un lobo, me encanta el animal. -sonrio.
-Dan miedo. -dice la otra.
-Un poco... a veces atacan, pero son muy dulces cuando quieren.-digo melancolica.
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Ellas sonrien y cuando acaba la hora de clase y darle a los siguientes finalizo mi día. Salgo frotandome los ojos cansada y como de costumbre mi hermano no me ha llamado, desde ese día, desde el día que me fui no sé nada de él. Jamás llamó, me dejó también sola. Me cambio al llegar a mi casa y me tiro al sofá viendo la televisión. Siento como sus brazos me rodean, como su mentolado aliento subre mis labios, como su perfume inunda mi ser mientras sus dedos y mis poros se fusionan hasta que caigo en un profundo sueño, mañana será otro día...
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Te cuidaré
FanfictionEl amor es ciego, ella jamas fue una chica común, él, una persona a la que le tortura un error desde pequeño... ¿Y si la realidad tan solo es un espejismo de la fantasía?