-MIA EVANS- ▪Viernes 15 de Febrero.
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Me quito la bata ya que tengo que salir antes, hoy es la gala. Mario se acerca a mi y sonríe a modo de saludo.
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-¿Te puedo invitar a un helado? -dice mirándome.
-Vamos. -sonrío.
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Salimos del laboratorio y caminamos hablando sobre los proyectos camino a una cafetería del centro comercial, me explica como llegó aquí y me pregunta lo inevitable.
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-¿Y con el chico ese?
-Jesús... mejor no hablar del tema. -respondo educadamente.
-Tranquila, te comprendo. -dice acariciando mi mano sobre la mesa.
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Lo miro y él sonríe tierno. Baja la mirada mientras entrelaza nuestros dedos y yo suspiro algo agotada de todo esto.
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-¿Por qué no me olvidaste?
-Lo intenté Mia, pero mírate joder, como no amas a algo tan hermoso. -responde herido.
-Llámame Emily, porfavor. -susurro tierna.
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Escucho un fuerte golpe detrás mia, me giro y no consigo ver lo que ha causado el ruido. Regreso mi atención a Mario y acaricio su mejilla con mis dedos relajándole.
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-Puedo intentar enamorarte. -susurra.
-No hagas eso Mario, mereces algo mejor que yo. -murmuro.
-Te quiero. -me mira.
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Un fuerte golpe frena mi respuesta y me giro viendo a Jesus, sus manos están llenas de vellos y de su camiseta salen más vellos del torso. Corro hacia él dejando a Mario solo, lo empujo hasta que lo meto en una habitación del centro comercial, le doy con el codo a la luz y veo que es el estrecho cuarto de limpieza.
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-Tranquilo. -digo seria pero acariciando el vello de sus manos.
-El te quiere y... -un gruñido frena su frase.
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Quito su camiseta viendo el vello de su torso, se sienta en el suelo y caigo sobre él ya que este cuartito es minúsculo.
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-Tranquilo, estoy aqui. -digo mirándole.
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Su vello va desapareciendo, me mira apenado y muerdo mi labio nerviosa. °
-Gracias. -murmura.
-¿Por qué me seguías? -pregunto.
-Porque siento que me muero si no te veo. -susurra.
-Ahora la verdad. -digo riendo.
-Iba a hacer una cosa del trabajo y te ví con ese tio caminando y... -frena antes de cabrearse.
-Ese tío es Mario. -me mira de golpe.
-Le partiría la cara a ese capullo. -murmura.
-¡Jesús! No tienes motivos para estar así. -respondo seria.
-Te quiero ¿te parece poco?
-Me estoy cansando, seis años y vienes de celoso, de posesivo y de chulito, me quemas. -digo poniéndome en pie.
-No nena... -dice antes que le cierre la puerta en la cara.
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Miro donde y Mario no esta, mierda. Supongo que en la cena debería pedirle perdón, o tal vez debería entrar y tirarme dentro de ese cuarto a mi hombre, no Emily odia a Jesus, no te vas a tirar a Jesus...
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Te cuidaré
FanfictionEl amor es ciego, ella jamas fue una chica común, él, una persona a la que le tortura un error desde pequeño... ¿Y si la realidad tan solo es un espejismo de la fantasía?