-Mañana vendrás conmigo después del colegio. Digo terminando de poner me la camiseta pero Analú no responde, esta hecha un ovillo en la cama cubierta por una sábana y con los ojos hinchados por llorar además que le he dejado el labio roto y algunos moratones por que nunca ha dejado de decir que no y eso me ha causado frustración.
-¿Acaso no me has escuchado?. Pregunté sentando me a lado de ella y se sobresalta.-Te escuché perfectamente. Murmura con una actitud desafiante aunque el miedo parece estar luchando con ella.
-¿Por qué? ¿Por qué yo entre todas?.Me acerqué a ella y la obligué a verme a los ojos tomando de su quijada y mirando el chupete que le he dejado en el cuello.
-Eres hermosa, tu tienes la culpa. A veces cuando no enseñas nada dejas mucho a la imaginación y quería acabar con mi curiosidad. Me encogí de hombros. -No es para tanto, a veces no existe alguna razón, tan solo sucede y ya.
-¿Hermosa?. Cuestionó poniéndose de pie para verse frente al espejo, aún en vuelta en la sábana y con el cabello hecho un lío. -¿Crees que soy hermosa?. Preguntó viéndose detenidamente mientras que yo solo la observaba con cautela pero ví sus intenciones de alcanzar una de las tijeras de su escritorio.
Traté de impedirlo, pero ella las alcanzó primero.
-¡No te atrevas!. Le advertí viendo su mano temblorosa tomando firmemente las tijeras y acercando las a su rostro con pánico en sus ojos. -Sabes que sí lo haces no dejarás de ser mía, aún con la cara cortada. Siempre serás mía. Dije acercándome a ella lentamente.
-Sabes que ni muerta dejarás de pertenecerme. Dije mientras ella comenzaba a llorar nuevamente. -No tienes el valor, lo sé, lo sabes, aunque te escondas, yo sé lo que eres, sigues siendo esa chica rebelde y atrevida pero jamás te harías esto, por qué eres vanidosa. Mencioné abrazándola, por un momento creí que me encajaría las tijeras.
-¡Eres un monstruo!. Gritó dejando caer las tijeras al suelo y sólo sonreí sin dejar de abrazarla.
-No llores, mañana tenemos muchas cosas que hacer. Dije pero solo me empujó.
-Me duele. Menciona en un puchero para contener las lágrimas.
-No seas exagerada. Le digo mientras volteo los ojos en señal de fastidio. -No te maltrate tanto y no eras virgen así que no tienes de que quejarte.
-¡No estoy exagerando!. Dice un poco más fuerte pero de inmediato se arrepiente y baja la vista hacía la cama.
-No aguantas nada, mírate ya ni si quiera me puedes ver a los ojos sin bajar la mirada ¿por qué te haz vuelto tan miedosa?. Dije haciendo que se viera al espejo con los ojos rojos.
-Por favor, mañana no. Comenta tratando de sentarse en la cama pero parece que realmente si la he lastimado ya que se queja con el más mínimo movimiento.
-¿Por qué no? Yo se que te ha gustado, lo presiento... Por cierto ahora que nos hemos reconciliado quiero que mañana vayas con Tania y le digas que te has equivocado, que estabas drogada o yo que sé, pero no quiero que tenga una mala imagen de mí. Digo acercando me a la ventana para abrirla y dar le una última mirada a Analú que baja la mirada mientras solloza así que decido sacar algo de dinero para dejarlo sobre su escritorio. -No quiero verte con suéteres gigantes, así que compra algún vestido.
-Idiota. Pronunció sin verme.
-Estas rota. Murmuré antes de salir por la ventanilla y mirar el reloj de muñeca para dar me cuenta que se ha hecho demasiado tarde, aún llamando un taxi sólo me quedarían un par horas para dormir.
Optó por correr hasta la casa en donde está Ácsa, es muy tarde para ver la aunque sólo tomaré el coche que he dejado tirado para regresar de nuevo a casa y quizás pasar a una tienda de 24 horas para comprar algunas galletas, tengo hambre y muero de sueño.
Tengo muchas cosas que hacer y no tengo idea de como conseguir las, cuando era niño tenía muy claro que cuando fuera mayor sería un cirujano para salvar la vida de las personas... aunque claro el tiempo pasa y las ideas cambian, las ganas de ser algo se agotan dejando a la deriva de la nada.
Tendré que buscar una nueva carrera, un nuevo colegio por que otra vez no podré terminar la carrera, y es que estudiar es más difícil de lo que las personas piensan, las asignaturas son fáciles de cursar pero ¿Cómo vas a estudiar algo por años? Eso es aburrido, te quita las ganas de trabajar haciendo lo que se suponía que te gustaba.
Quizás pueda cursar una ingenería... Ingeniero Alexander Dinnar, suena bien aunque también puedo ser un gran abogado e incluso el mejor profesor, los estudiantes me amarían.
Sobre todo mis alumnas.
Ser un profesor es una buena opción aunque no es lo suficientemente bien pagado.
Quizás no estoy hecho para eso, ni para ninguna otra carrera, a lo mejor debería ser presidente.
De acuerdo, creo que el sueño me esta haciendo delirar pero finalmente he llegado hasta el coche.
¿Dormir cinco minutos? Sería lo ideal pero quiero llegar a casa lo antes posible, ya hasta el apetito se me ha ido pero en unos 10 minutos puedo estar en mi cama ya que no hay nada de tráfico y podré rebasar los límites de velocidad.
Conducir siempre me ha gustado aunque odio perder el tiempo de esa manera, me gusta conducir a alta velocidad, me siento libre.
Y es que en el estúpido sistema social en el que vivimos no te deja ser libre sin los complejos básicos de la humanidad, pasas la mitad de tu vida estudiando para luego trabajar, además de eso tienes que buscar una pareja para casarte y tener hijos por que sí no te quedarás soltero el resto de tú vida y serás señalado por todos los demás padres infelices que en vez de estar preocupados por que su hijo no consuma drogas o su hijita no ande de calenturienta por ahí, lo único que hacen es entrometerse en la vida y criticar a los que evaden al sistema.
Nadie te debería presionar para que te cases o para tener hijos, da igual si quieres no sé, ser una monja el resto de tu vida o vivir en unión libre, para mí eso esta bien.
Finalmente he llegado de vuelta a mi casa, he abierto la puerta y me he cambiado de ropa pero antes de acostar me a dormir he ido para echar le un vistazo a Lucía, no quiero despertar la así que he encendido la luz de la cocina para luego abrir la puerta del cuarto de lavado y dejar que entré la suave luz de la habitación anterior y así poder ver a Lucía.
Mi pequeña sigue atada a la silla con su cabecita baja tratando de dormir, supongo que debe tener frío y su vestido de color menta se ha subido un poco dejando al descubierto sus piernas blancas.
Luce hermosa.
Cierró la puerta rápidamente tratando de borrar esa imagen de Lucy, ella no puede ser hermosa, yo no debo de ver sus piernas...
Yo no debería de sentir la necesidad de ver la un poco más, de tocar la.
Sería un mal hermano si le hiciera a ella lo mismo que le hago a Ácsa.
Sin embargo, busco el móvil y regresó para tomarle una fotografía.
Solamente es un recuerdo.
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RED Sobreviviendo al Infierno COMPLETA
Non-FictionNuestros padres murieron hace ocho años. Él nunca me haria daño, porque soy su princesa. Él cuida de mi y nos mantiene a salvo. Él es un buen hermano. O por lo menos eso me obliga a decir. Si miras con atención tras la ventana de nuestra casa, sabrá...