Llevando la práctica a la teoría

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Recomendación para escuchar mientras lees este capítulo: "Down with my baby"- Kevin Johansen

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Recomendación para escuchar mientras lees este capítulo: "Down with my baby"- Kevin Johansen.

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LLEVANDO LA PRÁCTICA A LA TEORÍA

Julieta se sintió demasiado afortunada como cada vez que coordinaba una nueva cita con su amante y esta vez esperaba sorprenderlo con algo más que una linda lencería.

Claramente no tenían una rutina fija, pero con frecuencia tomaban una botella de vino juntos mientras escuchaban música y esta vez la chica pensó en un ingrediente extra, algo que le demostrara a Sebastian que estaba comprendiendo el sentido del aprendizaje en cada uno de sus encuentros.

Dentro de su cartera había velas aromáticas, quería enseñarle un poco de sus creencias haciéndolo de una manera nueva, una forma cósmica que englobara la sensualidad y la espiritualidad en las que se basaba para vivir en armonía, ahora más completa ya que había subido un nivel al involucrar su cuerpo en ese ecosistema de creencias tan importantes para ella.

Una vez que se quitó los zapatos para subir a la cama se deleitó viendo a su amante seleccionar canciones adecuadas para el momento, seguramente no se imaginaba que ella quería tomar las riendas del asunto esta vez.

-Traje algunas cosas.

Murmuró Julieta y sacó de su cartera ese elemento extra que quería agregar para condimentar esa noche, hacer algo nuevo la excitaba pero que ella tomara la iniciativa la emocionaba totalmente.

Sebastian tomó las velas y se llevó una a una cerca de su nariz para admirar el aroma que desprendían y luego le sonrió.

-Frutilla, lavanda, vainilla, jazmín...me gusta, ¿las encendemos y apagamos la luz?

Dijo leyéndole la mente y mientras la chica asentía fue a buscar algo para encenderlas y dejarlas a los costados de la cama sobre las mesas de luz y un par en su escritorio.

De esta manera el dormitorio se veía con un aire misterioso y sexy, sumándole que la mezcla de aromas no terminaba ahí, la joven abrió el cajón para tomar entre sus manos el aceite para masajes y con una mirada tranquila le dio a entender a su amante que debía quitarse la ropa.

Adoraba desvestirle, aunque no tuviese mucha habilidad para realizarlo, pero verle despojarse de sus prendas para quedar desnudo frente a ella era algo que no olvidaría muy fácil, tuvo que serenarse para no comerlo a besos en ese instante y fiel a sus instintos se desvistió como él acababa de hacer y puso entre sus manos la botella.

-Quiero que te pongas de espalda y te relajes, hoy quiero hacerte un masaje lingam, está ligado con el tantra y lo que hace es despertar todos tus sentidos antes del sexo, estoy segura de que si lo hago bien te va a gustar.

Saber que Sebastian le hacía caso dejando que ella dominara esta vez la excitó demasiado y cuando este se colocó boca abajo embadurnó sus manos en el aceite y comenzó a masajear su amplia espalda tratando de concentrarse en realizarlo de la mejor manera.

El hombre emitió algunos gruñidos de placer y la joven seguía moviendo sus manos sobre su piel ejerciendo presión erráticamente, aun no estaba acostumbrada a esa sensación de felicidad que tenía cada vez que estaba tocándole la piel desnuda, sabía que nunca tendría suficiente.

Acarició su lindo trasero y notó como él se rio un poco, ya sabía él que su amante tenía cierta debilidad con esa parte suya.

Bajó hasta sus muslos masajeando con energía y al llegar a sus pies lo hizo con la misma intensidad deteniéndose en cada centímetro de su cuerpo hasta que sus manos se detuvieron para dar la siguiente orden.

-Date la vuelta.

Le pidió y el hombre quedó de frente recostado en la almohada, ver su expresión totalmente relajada la alentó a seguir, al parecer lo estaba haciendo bien.

Se sentó en sus caderas ignorando la inminente erección de su amante ya que la atención ahora recaía sobre sus hombros, cuello y pecho que bañó en aceite para luego seguir con el masaje relajante.

Sebastian tenía los ojos cerrados y la expresión de paz que ella estaba buscando, ¿podía sentir esa conexión que ella experimentaba cada vez que estaban juntos?, ¿notaba cuan especial e íntimo era este momento para ella?

Las preguntas que surgieron en su cabeza fueron nubladas cuando presintió que la relajación de Sebastian era extrema, estaba confiando en la nueva experiencia que Julieta quería presentarle.

La chica siguió por su abdomen y los costados de sus muslos ignorando su miembro nuevamente continuo por sus piernas y cuando sintió que no había ninguna parte del cuerpo de su amante que no haya recibido los masajes volvió a mirar como su sexo se erguía en todo su esplendor, ahora era su turno.

En vez de tomarlo de manera insegura y de manos temblorosas masajeó su sexo con ambas manos de una forma sensual que emanaba toda su entrega y dedicación a ese momento.

Llevó sus manos hacia debajo de este masajeando todo a su paso y descubriendo sitios donde no había llegado, regresando a su miembro terminó aplicándole un poco más de aceite y dio por finalizada su tarea, no era masturbación ni una felación, había realizado una preparación para su encuentro íntimo.

-Terminé, ¿estas relajado?

Sebastian dio un pequeño salto y ella se rio, al parecer sus masajes habían dado resultado.

-Casi me quedo dormido, me gustó mucho.

Murmuró él y la llamó con sus manos, la chica se acurrucó a un lado y comenzó a besarle para que poco a poco aumentaran la fogosidad.

El hombre tocó el cuerpo de la joven con fervor y ella jadeó, estaba segura de que ahora iban a tener una noche más profunda en lo carnal y emocional cuando sus caricias le parecieron aún más necesitadas.

Sebastian se colocó encima de Julieta buscando sitio en su interior y una vez que lo hizo se movió de una manera delicada clavando sus brillantes ojos en la muchacha.

Las luces de las velas mejoraban el ambiente dándole una nueva tonalidad a la piel de su amante y generando un romanticismo que no experimentó nunca en su vida.

¿De cuantas maneras Sebastian podía elevar su autoestima?, la observaba tan fijamente que no podía desviar la mirada y la conexión que sentía estaba consumiéndola.

Lo tomó con sus manos acercándole para devorar sus labios mientas entre se montaba encima de ella con movimientos lentos.

Después de unos minutos la chica comandó la situación al indicarle que quería montarle y este se recostó con los ojos cerrados esperando sentirla en todo su esplendor.

Al terminar la madrugada Julieta se recostó agotada junto a su amante como cada vez que terminaban una agitada noche de pasión, pero se sintió distinta, ¿Sebastian había notado esa conexión que trató de generarle en base a sus caricias?, ¿Cuántos lunares podía contar esta madrugada antes de que le ganara el sueño?, ¿Cuántas formas de hacer el amor le restaban por aprender?,¿existía un hombre más hermoso que el que estaba profundamente dormido frente a sus ojos?

Al parecer la noche de sexo relajado y tranquilo se convirtió en un torbellino preguntas sin respuestas, pero este no era el momento de sacar conclusiones ya que tenía que dormir un poco, seguramente por la mañana su amante querría un segundo round.

El Maestro del SonidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora