INSEGURIDAD CAMUFLADA
Cuando Julieta despertó esa mañana sintió unos besos en el cuello proporcionados por Sebastian y se dio la vuelta automáticamente para acariciar su rostro aumentando la intensidad del momento, adoraba despertar así.
Comenzar la mañana luego de un orgasmo era el mejor incentivo para continuar el día con energías, pero ahora aprovecharía el mejor momento: los mimos.
Acarició el rostro de Sebastian y este recorrió su trasero con una de sus manos un poco adormilado.
- ¿Qué harás el resto del día?
Preguntó Julieta rozando su nariz en el hombro de su amante y este tomó su celular para ver nuevos mensajes.
-Iré a casa de mis padres luego de que nos levantemos.
La chica sonrió, solamente conocía a su familia por fotos de Facebook, vivían en un lugar en la costa del país así que disfrutaban de la arena, el sol y el mar en todas las estaciones del año.
Por un momento se imaginó como fue su niñez, ¿Cuántos amigos de la infancia conservaba?, ¿Cuántas de esas pequeñas y casi imperceptibles cicatrices en sus rodillas se las hizo en esos tiempos?, seguramente fue el chico más lindo de su clase y por supuesto el más talentoso.
Julieta había tenido una infancia bastante normal, conservó todos sus amigos de la infancia en la adolescencia y ahora que era una joven adulta seguía juntándose con las mismas personas, aunque su grupo se había agrandado un poco.
Sabía que Sebastian tenía que tomar un bus y viajar más de dos horas para llegar a ese lugar paradisiaco así que decidió levantarse.
Ambos se vistieron entre conversaciones casuales y una vez que estuvo lista él la acompañó a la parada para esperar a que ella regresara a su casa.
-En unas semanas tocaré con la orquesta en un musical inspirado en Broadway, ¿irás?
La sonrisa de Julieta se amplió aún más de lo que ya estaba y asintió con su cabeza mientras pensaba en que a Rebecca también le gustaría presenciar uno de los conciertos de Sebastian, después de todo se lo había prometido.
-Seguramente vaya, no voy a poder ver a mi trasero favorito porque no dirigirás, pero me puedo conformar con verte de lejos.
Bromeó la chica y su amante se rio, ¿Cómo es que la hacía tan feliz escuchar ese sonido tan cálido y dulce de su risa?, le abrazó por un momento y luego el vehículo que la llevaría hacia la residencia se encontraba en la parada así que se separó a regañadientes y le dio un casto beso.
-Que pases un lindo día, envíales saludos.
Esto último no lo dijo enserio sino como una pequeña broma, Julieta sabía que Sebastian no había hablado con nadie de su entorno acerca de su minúscula existencia.
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El Maestro del Sonido
RomanceJulieta es una joven estudiante de abogacía con persistentes sueños de cambiar el mundo. Astuta, ansiosa, filantrópica, feminista, gran devoradora de libros y con creencias filosóficas sumamente definidas la chica construía su propi...