¿Bendición o maldición?

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¿BENDICIÓN O MALDICIÓN?

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¿BENDICIÓN O MALDICIÓN?


Julieta pensó que era una nueva etapa, una sin sorpresas desagradables, una sin dudar de la credibilidad de Sebastian.

La montaña rusa emocional podría estabilizarse, la joven confiaba en la buena predisposición de su amante debido al interés demostrado desde aquella extraña ruptura de la que él no se había enterado, pero actuó de forma estratégica para remediar las cosas.

Luego de un par de reuniones nocturnas la armonía volvió a reinar entre los dos a pesar de que Julieta seguía siendo atormentada por Jessica quien le decía constantemente que Sebastian continuaba utilizando las apps de citas ya que tenía información fidedigna del hecho.

La muchacha prefería confiar, ¿para que iba a molestarse en realizarle una serenata a la luz de las velas si tenía mil mujeres más fáciles de complacer que ella?

Esa noche luego de clases volvió a casa, cenó, tomó una ducha y fue a casa de Sebastian como habían pactado.

-Hola lindo.

Murmuró la chica con felicidad al besar nuevamente los labios del hombre redimido, era Sebastian, la persona que había peleado codo a codo para sacar a flote lo que ambos tenían, el chico de los labios mas dulces que probó en toda su vida, los únicos que le atraían desde el octubre pasado.

-Hola linda, deberías aguardarme un momento, aún no me he duchado.

-Podría bañarte yo misma.

Bromeó tontamente la joven y entró a la habitación, pero se quedó recostada mirando hacia arriba mientras Sebastian se desvestía.

Nunca iba a cansarse de verlo sin ropa, era todo un deleite para sus ojos los cuales no vieron a ningún otro hombre en la intimidad, solo a Sebastian, el chico que no solamente le quitó la inocencia, sino que también se robaba todos sus pensamientos incoherentes y pervertidos, su amante y amigo.

Algo en su interior le dijo que mejor esperara recostada en su lugar de la cama, texteó un mensaje al grupo de WhatsApp que compartía con Fernando y Leo para informarles que esa noche no podría reunirse con ellos ya que se encontraba en casa de Sebastian.

Sonrió al ver los emojis que sus amigos contestaron, Fer unas señas obscenas con las manos y Leo un guiño, se sintió feliz al notar esa aprobación de los hombres mas importantes en su vida, suspiró y lo ultimo que vio fue el trasero de su amante retirándose a la ducha.

Dejó su teléfono móvil junto al de Sebastian sobre la mesa de luz y unos minutos después este emitió un sonido, le había llegado un nuevo mensaje el que Julieta pudo leer sin querer sobre la pantalla. "Vi todas tus fotos fideíto" un emoji con cara atrevida y un corazón cerraban el texto, Julieta miró el nombre sobre el mismo.

El Maestro del SonidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora