PERDIENDO LA CORDURA
La noche del viernes la casa de Julieta estuvo repleta de amigos, Leo, Fernando, Ricky, Charlie, Jessica, Rebecca, Peter, Virginia, Tania y Juliana estaban sentados en la sala de estar junto con otros jóvenes cercanos a la chica para celebrar su nuevo título académico.
La joven llevaba unos jeans desgastados y una blusa multicolor, estaba vestida informalmente para transmitir que sería una fiesta tranquila pero cuando Fernando llegó con un casillero repleto de cervezas y el whisky favorito de Julieta supo que su plan había fallado.
-Yo compré cervezas y ron.
Fernando se rio al mirar hacia donde Jessica estaba sentada, una de las botellas de ron estaba por la mitad mientras reía a carcajadas de un chiste realizado por Ricky.
-Tienes muchos amigos alcohólicos, tengo que ayudar a tu bolsillo.
Llevaron las bebidas a la cocina y Julieta sacó un par de pizzas del horno, Fernando la ayudó a cortarlas y juntos volvieron a la sala.
Julieta se sentó en el reposabrazos del sofá donde estaba Leo y bebió su whisky disfrutando de la compañía, tenía que agradecer tener tantos amigos con quienes compartir, nada mal para una chica con ansiedad social, a pesar de que con cada uno de ellos llevaba una relación demasiado sólida y fiel por el simple motivo de la personalidad tan sentimental.
-Quiero decir unas palabras.
Dijo Ricky con voz pastosa unas horas después de que la fiesta había comenzado... ¡Oh no!, a veces en sus cumpleaños algunos de sus amigos rememoraban anécdotas o simplemente mencionaban cuanto valoraban su amistad, ahora no era su cumpleaños, prefería que se callaran porque estaba un poco sensible e irritable.
-...quiero brindar por mi amiga Julieta, no conozco una persona tan buena como Juli, es la chica más tierna, loca, exagerada e inteligente que he visto, miramos futbol juntos a pesar de alentar por equipos rivales, es la primera que llega a mi casa el fin de semana con un vino en la mano y en la otra un pote de helado, me aconseja en lo sentimental, en lo académico, en la vida, ¿sabían que hasta conversa con un anciano viudo que vive cerca de mi casa?, si hubiesen más Julietas en el mundo sería un lugar mejor, nunca tendré una mejor amiga que tú.
Alzó su vaso de cerveza y a Julieta se le humedecieron los ojos, no quería llorar, recordó lo que sucedió hace algunas semanas en su casa donde recordando a Sebastian se hizo un ovillo para sollozar desconsoladamente y él estuvo ahí, esa roca llamada Ricardo, su confidente.
- ¡Yo quiero, yo quiero!
Exclamó Rebecca con rapidez y se aclaró la garganta, ella era casi la única de sus amigos que no consumía alcohol.
-Con mucho respeto a Marcia, su mejor amiga de la infancia...
Al decir esto Leo codeó a Julieta un poco celoso, siempre se adjudicaba el trono de mejor amigo junto con Marcia y Fernando porque se conocían hace muchísimos años más.
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El Maestro del Sonido
RomanceJulieta es una joven estudiante de abogacía con persistentes sueños de cambiar el mundo. Astuta, ansiosa, filantrópica, feminista, gran devoradora de libros y con creencias filosóficas sumamente definidas la chica construía su propi...