UNA DIFÍCIL DECISIÓN
Julieta alias "la tonta" se encontraba merendando frente a la computadora mientras escribía otro capítulo de su novela "El Maestro del Sonido", ¿Cómo iba a decirle a Leo que iba a ver nuevamente a Sebastian?, ¿Cómo iba a contarle a Jessica que quería realizar acciones que se encontraban fuera del sentido común?, ¿Cómo iba a confesarle a Marcia que volvería a ver al chico que una vez la hizo llorar desconsoladamente en el verano, sufriendo por la confusión de los sentimientos que albergaba su mejor amiga?, porque Marcia lloró junto con ella, porque Ricky la consoló la noche anterior cuando hecha un ovillo las lágrimas caían a raudales desde sus mejillas.
Pero Julieta necesitaba esa adrenalina que sentía cuando las manos de Sebastian recorrían su cuerpo, deseaba escuchar su risa otra vez, contar sus lunares... ¡Sus lunares!, la joven dejó de escribir, había olvidado semejante detalle.
¿Cuántas veces dejó de contar sus lunares debido al sueño?, ¿Cuántas veces postergó esa delicada y tierna tarea que deseaba concluir?, ¿Cómo pudo ser tan idiota en pensar que tendría mucho tiempo para terminar de contarlos?, estaba segura de que nadie sabía el número exacto de los lunares que adornaban la piel de su amante, y ella veneraba esa piel con la que se sentía tan bien, ese cuerpo con el que tenía una química incalculable, inefable...
La cosa amorfa que vivía dentro de su pecho se retorció orgullosa de generar un motivo más para volver a ver al motivo de su extraña adicción.
Le diría que si, no había mucho que perder, necesitaba concluir lo que un día de noviembre había comenzado.
Pensó en una buena explicación para abandonar algún plan que realizaran sus amigos ese jueves con el motivo de ayudarla a distraerse, se sentía como una adicta volviendo a lo que tanto añoraba.
La ayuda de sus amigos no fue en vano, por supuesto que no, ahora Julieta no victimizaba ni justificaba la actitud fría y desinteresada de Sebastian, pero claro que deseaba verle, estar piel contra piel, besar esos labios que extrañaba desde hacía más de una semana, unos interminables días donde los huecos de ocio llenados por sus amigos solo la distrajeron superficialmente porque lo que en verdad necesitaba era una buena dosis de Sebastian, no podía seguir engañándose a si misma.
Jessica iba a asesinarla y tendría un justificativo más que aceptable para hacerlo, se sintió sumamente mal, lo peor de todo es que Julieta sabía a ciencia cierta que ver a Sebastian sería más de lo mismo, ¿cambiaría el esfuerzo por deshacerse de esa extraña rutina que llevaba por una noche de placer donde volvería a casa sintiéndose vacía?
Ignoraba lo que dictaba su conciencia, no había tiempo para pensar, solo para sentir y la joven tenía suficiente viviendo con una cosa amorfa dentro de su cuerpo que a veces la atacaba y de a ratos le indicaba que ver a Sebastian iba a apaciguarla, tenía escalofríos al pensar en tener otra recaída como la experimentada en la casa de su amigo, nunca sintió tanta desolación y pena por si misma.
Ni siquiera se molestó en llamar a Agustina para la próxima sesión de meditación, no la necesitaba, la cosa amorfa no la dejaría tranquila hasta no darle lo que quería, ¿podría tener una simbiosis con eso que llamaba "la cosa amorfa" porque era un cumulo de sentimientos desordenados que habían nacido cuando conoció al misterioso musico?
¡No!, la cosa amorfa era su enemiga número uno, no podía razonar bien cuando esos sentimientos revoltosos trataban de dominar s cuerpo y acciones, se sentía una tonta, inútil y triste, lo peor de todo era que no encontraba un culpable adecuado.
¿Por qué Sebastian volvía a buscarla?, según Sebastian ella no era tan bonita, una vez dijo que sus rizos no armonizaban con su rostro, otra vez comentó de manera un poco mordaz que sus piernas eran muy flacas. Pero Julieta le consideraba el hombre más bello que existía en este mundo, podría tener a la mujer que quisiera, no a una simple, sin belleza física exuberante, con defectos físicos notables...una simple Julieta.
Sebastian quiso volver dos veces, la primera fue con aquel chat subido de tono donde la joven trató de alejarlo y él con la frase "como que no quiero que esto termine" arregló el panorama llevando a Julieta al mundo de la perversión, las nuevas experiencias y aventuras inolvidables llamado "El otro lado", luego su maestro le soltó la mano dejándola a la deriva, ausentándose de una manera cruel luego de mostrarle una nueva forma de ver la vida y ella afrontó la situación gracias a sus amigos que crearon una rutina extraña para ayudarle a no pensar tanto en él. Ahora Julieta decidía volver, dar una segunda oportunidad a algo que crecía de manera diferente a las relaciones sentimentales que estaba acostumbrada a ver, esta unión era distinta, un verdadero grano en el trasero para la joven a quien no le estaba importando el sufrimiento que había detrás de unos besos y caricias furtivas, ¿Cómo Sebastian podía actuar así con ella?, él era un hombre mayor, experimentado, no debería jugar con alguien como la chica que una vez fue hacia su cama entregándose inocentemente.
Pero Julieta ya no era tan inocente, ignoraba a su intuición, la cosa amorfa estaba ganando terreno en sus pensamientos y acciones, era algo desagradable, un cuerpo extraño, un parasito, un cumulo de sentimientos desastrosos que residían dentro de alguien que antes de conocerle se encontraba perfectamente bien.
Pesó en la balanza los pros y los contras y cuando notó que ganaría más de lo que perdería si iba a casa de Sebastian su decisión estaba firme, iría a su casa ese jueves.
El teléfono sonó, era su madre, la joven atendió con tranquilidad mientras escuchaba la voz familiar del otro lado de la línea.
-Juli, ¿tienes un hueco el jueves?, ya están los resultados y hay lugar temprano en la tarde.
El corazón le latió desaforadamente e inspiró profundo antes de hablar ¡Como odiaba ir al hospital!
-De acuerdo mamá, el jueves voy a Pueblo Manzana, te mando un beso enorme.
Murmuró tratando de serenarse, esperaba que Marcia también la acompañara, tenía que ser valiente y no pensar en lo peor.
---------------------------------------------------------
Ya casi llega a las 6000 lecturas, si les agrada la novela les pido que voten los capítulos para que siga subiendo en el ranking. Gracias! Julieta.
ESTÁS LEYENDO
El Maestro del Sonido
RomanceJulieta es una joven estudiante de abogacía con persistentes sueños de cambiar el mundo. Astuta, ansiosa, filantrópica, feminista, gran devoradora de libros y con creencias filosóficas sumamente definidas la chica construía su propi...