Julieta es una joven estudiante de abogacía con persistentes sueños de cambiar el mundo.
Astuta, ansiosa, filantrópica, feminista, gran devoradora de libros y con creencias filosóficas sumamente definidas la chica construía su propi...
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Recomendación para escuchar mientras lees este capítulo: Sonata No. 14 "Moonlight" - Beethoven.
https://www.youtube.com/watch?v=8umVoqL6iMg
DEDICACIÓN
Después de levantarse sumamente apresurada Julieta Mollinari corrió hasta la cafetería de la facultad para pedir un café doblemente cargado sin azúcar y subió las escaleras, cómo ya era una costumbre estaba llegando tarde a clase.
Abrió la puerta del salón y dejó su trabajo externo en la mesa de la profesora para después buscar un lugar libre en el fondo del salón.
No podía creer como algunas de sus compañeras podían estar tan maquilladas y arregladas a las ocho y media de la mañana. ¿A qué hora comenzaban a alistarse para ir a la universidad?, rodó sus ojos... En vez de eso prefería dormir veinte o treinta minutos más por haberse desvelado hasta tarde leyendo para la clase.
Bebió ese brebaje oscuro y amargo agradecida porque estaba despertando un poco. Llevaba unos jeans y una blusa tan simple que lo llamativo en su look casual del día era su cabello torpemente sujeto en un desordenado moño.
La profesora y el ayudante comenzaron a hablar del caso planteado y Julieta se giró hacia un costado buscando la aprobación de si amigo pedro a quien generalmente apodaba Peter.
Por un momento sintió compasión por su compañera que parecía salida de la semana de la moda de Nueva York porque le pidieron su opinión sobre el caso judicial planteado y claramente no tenía mucha idea de cómo responder.
Peter le dio un codazo a su compañera de al lado y la joven levantó la mano para responder.
-Creo que se puede tomar un atajo por el artículo 1651 del código civil.
La castaña le hizo un guiño a su amigo cuando la profesora sonrió.
- ¿Atajos siempre eh? Se debería resolver con el artículo 1062,pero si, esa es otra opción.
Julieta sabía que muchas veces los profesores detestaban un poco sus llegadas tarde a clase, pero podía compensarlo con algunas intervenciones, trabajos externos y por supuesto su carisma.
-Es solo mi humilde opinión.
Hizo un guiño y la profesora se rio, claramente había sacado la idea de algún jurista que escribía doctrina, esos que tenían fama de buscar siempre la vuelta para innovar, para la joven esos eran los que realmente valían la pena.
-¿Miss Uruguay no llegó a las neuronas necesarias para llegar a una respuesta sencilla? Tan linda y sin cerebro.
Julieta negó con la cabeza viendo a Peter con desdén.
