EXÁMENES
Esa semana Julieta había pedido prestados más libros en la biblioteca de los que había leído, pero al menos se sentía segura, de los dos exámenes finales que rendiría en unos días no se sentía tan mal preparada, al menos en una de esas materias.
¿Alguien calcula el stress que tienen los estudiantes universitarios a fin de año? Las personas que estaban estudiando en la facultad de Derecho se veían ojerosas, inquietas y el silencio que habitaba en la sala de la biblioteca era sepulcral.
-Señorita Mollinari solo puede llevarse tres libros, ya sabe las reglas desde hace cinco años.
Murmuró una de las bibliotecarias observando a la joven despeinada que apilaba seis libros sobre el mostrador mientras su amigo sacaba el carnet de biblioteca dentro de su mochila desafiando a la mujer con una sonrisa prudente y haciendo gala de su camiseta que tenía el logo de Superman, irónicamente la estaba rescatando de las tontas reglas que regían ese sector de la universidad.
-Yo me llevo tres y ella tres.
Contestó Peter y Julieta le devolvió una sonrisa agradecida, una vez que realizaron la transacción el joven cargó los libros mientras la chica iba detrás revisando el calendario de exámenes desde su celular tratando de no tropezar con algún transeúnte.
- ¿Vas a dar Derecho laboral?, pensé que ibas a presentarte al examen de filosofía del Derecho, ¡son el mismo día!, ¿Quién hace los calendarios de exámenes?, ¿un mono con navaja?
Se lamentó Julieta y un estudiante se rio por lo bajo al leer su camiseta que rezaba "Muggles don't be cool" bajo un diseño del símbolo de las reliquias de la muerte. Tanto Peter como ella eran geeks, frikis y unos ratones de biblioteca, aunque ahora estaban un poco oxidados por el peso de los exámenes finales.
-Por supuesto que no voy a dar Derecho laboral, con todos esos cálculos y cosas que no me gustan voy a esperar a que tú la salves y me regales valiosos apuntes.
Julieta rodó los ojos y sonrió para sus adentros, esos libros extra no los estaba obteniendo gratis, de todas formas, eso no importaba porque alguna que otra vez su amigo le salvó el trasero cuando cursaban materias que Julieta consideraba tremendamente aburridas como sociología o derecho sucesorio.
-No te fíes de mí, los cálculos sobre indemnizaciones por despido no son mi fuerte, me siento una licenciada en contabilidad más que una futura abogada. En realidad, ni siquiera puedo llegar a realizar unas cuentas de manera correcta, ¡Desde la secundaria no tocaba una calculadora!
Peter se quedó plantado en la escalinata y la chica tuvo que detener su paso al tener bloqueado el acceso al camino sabiendo que se había ganado un sermón por parte de su amigo.
-Jules, eres una estudiante excelente, una alumna vaga, pero sacas buenas notas y tus trabajos monográficos siempre son de lo mejor, eres una gran escritora. Estoy seguro que en la parte teórica no será un problema y eso va a compensar que seas una mona con navaja en matemáticas.
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El Maestro del Sonido
RomanceJulieta es una joven estudiante de abogacía con persistentes sueños de cambiar el mundo. Astuta, ansiosa, filantrópica, feminista, gran devoradora de libros y con creencias filosóficas sumamente definidas la chica construía su propi...