LA TONTA
Julieta se sentía atrapada en una situación extraña, en casa de Sebastian todo parecía estar bien, pero al salir de allí las cosas eran muy distintas.
La joven se creía una actriz que creía como idiota una realidad paralela, una tonta que se ponía contenta si le veía...y si no también.
La intuición le hablaba a gritos, pero cada vez que si interior quería tomar protagonismo en sus acciones Julieta lo callaba con ilusiones que rescataba del pasado y las volvía a romper con el hielo que desprendía Sebastian.
¿Qué sentido tenía seguir con eso?, Julieta no seas tonta...Julieta no seas imbécil, ¿Cuánto tiempo más vas a arrastrarte?, la alfombra del suelo parecía estar por encima de su preciada autoestima.
Mensaje leído, visto, la señal azul indicaba que Sebastian había recibido el mensaje, pero no le daba importancia.
Julieta no quería creer en su intuición buscando una señal de cariño, un mensaje positivo, una cita, una charla, un beso...algo. ¡Que cruel era el silencio!
Y Julieta volvía a ser la tonta que se ponía contenta si le veía... y si no también.
En unos días tendría que ir a Pueblo Manzana para buscar los resultados de sus exámenes médicos, un día insoportablemente aterrador.
¿Y si su columna estaba empeorando su postura debido su torpe caminar?, la operarían, pasaría por un quirófano y le dejarían un yeso en la pierna por un tiempo.
¿Si estando bien Sebastian no quería verle que posibilidad existía de que volvieran a armonizar si ella tuviese un pie totalmente inmovilizado?
"Pero no vas a tener un caminar diferente a los demás", le dijo una voz en su cerebro y la joven suspiró, ya sabía bien que volvería a su postura original después de unos años.
Esa noche no pudo soportar la distancia y decidió practicar lo que quería decirle a su amante, algunas palabras que pudieran demostrar todo lo que sentía dentro y no podía soltar por miedo.
-Hola Sebastian, ¿Cómo estás?, sé que me dijiste que no te escribiera tanto, pero bueno...si te envío un audio no sé si cuenta, (risas). Se que estas distante y me pediste más espacio, pero me gustaría verte...disfrutar de este tiempo que me queda antes del resultado medico...porque si me operan y termino con un yeso en mi pierna sé que quizás tendrás menos ganas de verme que ahora. Quiero besarte, extraño tu piel...quiero seguir aprendiendo con vos, quisiera aprovechar el tiempo.
Soltó su móvil y lloró amargamente sentada en el patio de su casa en plena oscuridad, no quería ver a Sebastian con un yeso en su pierna, quería disfrutar el tiempo que le quedaba sin saber la deliberación de su médico de cabecera.
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El Maestro del Sonido
RomanceJulieta es una joven estudiante de abogacía con persistentes sueños de cambiar el mundo. Astuta, ansiosa, filantrópica, feminista, gran devoradora de libros y con creencias filosóficas sumamente definidas la chica construía su propi...