LA CORBATA DE MOÑO
Era una noche tranquila con amigos, las risas y la música con un volumen exageradamente alto no podían faltar.
- ¿No viene tu amiguito?
Preguntó Jessica entrando en la cocina mientras Ricardo y Julieta cocinaban, recostó su codo en la mesada y bebió un poco de cerveza.
- ¿Germán?, ¿quieres que le invite?, pero le había coqueteado a Julieta la última vez que lo invitamos.
Julieta esbozó una sonrisita burlona y miró a su amigo con el ceño fruncido.
- ¿A mí?, nunca me di cuenta, igualmente paso, no me gusta él, parece Johnny Bravo, el de los dibujos animados.
Ricardo soltó una carcajada y Jessica carraspeó.
-Si, Julieta está fuera del mercado, ya la compró un patán por dos miserables centavos, una compra barata, podrías haber pedido más ya que aún nadie te había estrenado.
Julieta se rio, pero rodó los ojos, los chistes sobre Sebastian a veces le molestaban, no en esta ocasión ya que estaba muy feliz de no haber sido mutilada por volver con él.
- ¿Dónde está Tania?
Preguntó Julieta al no escuchar la voz de su amiga en la sala.
-Cenando con el noviecito nuevo y sus padres.
- ¿Tan pronto?
Se sorprendió Ricardo y Julieta asintió.
-Bueno, no todos van a paso de tortuga como ustedes, Ricardo, tú ves a tu novia una vez al mes y tu... bueno, optaste por ser la putita buena y virgen de un tipo, encima no te trata bien y te manipula, espero que el karma le encuentre pronto, es grande, no debería jugar con alguien como tú.
-Deja de hablar del karma.
Sentenció Julieta esta vez muy ofendida y Ricardo suspiró sin intervenir, Julieta buscó apoyo en sus ojos, pero él se dio la vuelta.
-Bueno, me sobrepasé un poquito, pero digo verdades.
-Chicas, ¿pueden dejar de pelear?, hazle un whisky en las rocas a tu amiga o juro que dejaré la salsa a medio hacer y regresaré a casa.
Musitó Ricardo señalando a Jessica y esta torció el gesto, pero hizo lo indicado y al darle el vaso con alcohol a su amiga le dedicó una sonrisita que simulaba una leve disculpa.
-Sebastian va a sorprenderte tarde o temprano, es una buena persona y el chico más lindo que conocí.
Susurró Julieta antes de beber un buen trago y dejar el vaso en la mesada.
-Por tu bien espero que lo haga, sabes que yo te deseo lo mejor del mundo.
-Entonces acepta lo que hay.
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El Maestro del Sonido
RomanceJulieta es una joven estudiante de abogacía con persistentes sueños de cambiar el mundo. Astuta, ansiosa, filantrópica, feminista, gran devoradora de libros y con creencias filosóficas sumamente definidas la chica construía su propi...