Herencia Ricoy (R#10)

3. ¿Te crees inteligente?

Tatiana

Entro a la academia, sostengo todos mis bosquejos. Habrá una exposición pronto, estoy muy emocionada. Es una oportunidad única para demostrar mi talento.

Mi pie choca con algo, pero logro que nada se me caiga, frunzo el ceño cuando me giro y veo esos ojos azules que me miran con desprecio.

—Taty —exclama con asco Katerina.

—¿Qué?

Ya me arruinó el día.

—Oí que fuiste a lo de mi madre el fin de semana —dice mirándose las uñas.

—Sí ¿Y? La Reina me invitó ¿Cuál es el problema?

—Mi problema es... —Gira en círculos mirándome con evidente molestia y luego sonríe—. Claramente eres tú. —Me observa de arriba abajo—. Tú por completo —Frunce el ceño—. Aléjate de mi madre.

—Tus celos solo demuestran inmadurez, no voy a quitarte a la Reina, ya deja ese absurdo —opino y me giro, pero me detiene agarrándome del brazo—. ¿Qué quieres?

—¿Te crees inteligente? Pues no lo eres.

—Sigue viviendo en la ignorancia, Katty, no es mi culpa que me odies, yo no te he hecho nada. —Me suelto—. Y si me disculpas, tengo que ir a clase.

Su mandíbula se tensa.

—No hemos terminado de hablar.

Un profesor se acerca.

—Wallas —llama a Katerina y luego me mira a mí—. Ricoy, el timbre ya tocó hace rato ¡A sus aulas! —exige.

—Esta vez te salvaste —me dice la rubia y se va.

—¡Taty! —Me detengo otra vez antes de ir a clases y veo como Félix se acerca, levanta un papel, entonces me sonríe—. Se te cayó esto.

Me sonrojo.

—Gracias.

—¡Félix, apura, qué llegamos tarde! —Aparece corriendo Pipu—. ¡La profesora va a matarnos!

—¡¿Desde cuándo te importa la profesora?! —Lo sigue.

—¡Desde que decidió suspenderme en definitiva si faltaba otra vez!

Sonrío pero luego me percato ¡Oh cielo! Debo ir con el profesor de arte. Salgo corriendo también.