Herencia Ricoy (R#10)

57. Te hice una promesa

Katerina

Le conté a papá que estuve con Patricio, no estaba muy convencido con mi respuesta, ya no sabe cómo controlarme. Dejó de reprenderme cuando le dije que hablaría con mamá.

—Y aquí estoy. —Bufo.

Entro a la oficina y ella levanta la vista a mirarme.

—Si has venido a discutir... —me quiere aclarar pero la interrumpo.

Bajo la vista avergonzada.

—Lo siento, no debí traer a la abuela aquí, sabiendo que le tienes prohibida la entrada.

Oigo que suspira, así que alzo la vista, veo que se levanta para luego acercarse hasta mí, entonces sonríe.

—No te preocupes, es tu abuela, te entiendo perfectamente. —Vuelve a suspirar y mira hacia un costado pensativa—. Solo que hay cosas que no justifican otras. —Regresa a observarme—. Siento lo de la cachetada, me apena mucho haberlo hecho.

—Pero si le das cachetazos a David todo el tiempo —me burlo y ella se ríe.

—Esas, son cosas muy diferentes —expresa sonriente—. Yo te hice una promesa, Katerina, y la voy a cumplir.

—No me vas a hacer llorar —digo con todo mi orgullo presente.

—No hace falta, ven aquí. —Me abraza.

Rato después, me despido de mamá y llego al colegio, visualizo a Félix hablando con Patricio, este segundo se me escapa.

—¡¡Espera, Patrick!! —Lo sigo comenzando a correr—. ¡¡Que te detengas, Chico Virgen!!

Él sigue corriendo pero no lo alcanzo, me detengo cansada y visualizo un cártel en la pared, saco uno de los folletos dándome cuenta.

—La abuela cumplió.