Tatiana
La herencia viene en muchas formas, sobre todo en un Ricoy. No nací con esa sangre y mi familia es algo alocada, aun así es mi derecho, yo también quiero ser una Ricoy, yo también pertenezco a esta familia. No pueden quitármelo ahora, ahora que he sido aceptada por todos, incluyendo a Katty.
—Señorita Tatiana, antes de dar nuestra decisión final, queremos saber su opinión.
—Yo quiero seguir siendo una Ricoy —dictamino angustiada, hay muchas cosas en contra.
La señora Elena se ha asegurado de que eso suceda.
—Lo siento mucho, linda —dice el juez mirando el papel.
—¡Alto! —Entra Ian.
—Tengo un déjà vu —opina Carter—. Ah, no, olvídenlo, yo no estaba, prosigan. —Se ríe.
Ian se acerca hasta el juez y le entrega un papel. Este lo lee detenidamente, entonces cambia de opinión de manera abrupta.
—Es todo legal, anulo esta acusación. —Luego observa a la señora Elena—. Y a usted, por distribuir mentiras, no la quiero ver más en un tribunal, está advertida. —Golpea la mesa con su mazo—. Cierro sesión.
Al salir David se acerca a Ian.
—Qué bueno que te envié a ti a buscar ese documento, nadie sospecha de ti, cuñado. —Se ríe y luego observa a Carter, pero más serio—. Y a ti gracias por el sello que necesitaba el acta, solo por eso no te voy a matar.
El abogado sonríe.
—Pero si tú me caes bien. —Se ríe—. Bueno, en realidad no, aunque de todos los amantes de Crista, eres mi favorito, porque al fin alguien que no soy yo, se convirtió en su obsesión. —Hace una carcajada—. Qué gracioso, amo los juegos de palabras, ya me voy, adiós —saluda y se retira del edificio con su esposa y su hijo.
Veo que Papá Nick se acerca a una mujer y me hace una señal para que vaya con ellos.
—Como te prometí, ahora que está todo bien. —Me la presenta—. Ella es mi pareja, Sarah.
—¿No es... —Me sorprendo.
La morocha se ríe.
—Sí, soy la prima de Cely.
Ian se acerca sonriente.
—Y mi secretaria. Por cierto, Félix está afuera.
Sonrío alegre.
—Voy con él. —Salgo corriendo.
—A tu hijo lo estoy vigilando. —Oigo lo último de Papá Nick, pero luego escucho risas, así que no me preocupa.
Llego hasta la vereda, donde está mi novio y lo abrazo muy feliz.
—Estoy tan contenta de verte ¿Dónde estabas? —Apoyo mis brazos sobre sus hombros.
—Salí corriendo con mi papá a ayudar. —Sonríe ampliamente.
—Qué lindo. —Lo beso.
Nuestros labios se unen, ya no se quieren separar, es mágico, y al parecer con calor. Félix respira muy agitado.
—Esta herencia va a matarme. —Se ríe—. Malvado gen Ricoy.
—Lo atenderé, pero antes hay que ir a una exposición.
—¿Ya? —Se sorprende—. No había calculado el tiempo.
—Con lo acalorado que estás... —Me alejo—. Era imposible que te dieras cuenta. —Agarro su mano—. ¡Vamos! —Comienzo a correr.
—¡Pero hay que avisar!
—Sh, será un secreto. —Hago un gesto con mi dedo—. Huyamos juntos —digo jugando.
—Me encantaría. —Corre a mi lado y nos alejamos de allí.
Lo más importante, no es lo material, ni una herencia, ni siquiera un pequeño papel, lo que es principal y siempre será, es estar juntos, eternamente.
Fin.
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Herencia Ricoy (R#10)
Teen Fiction"La Herencia viene en muchas formas, sobre todo en un Ricoy". [Por culpa de un Ricoy #10] Por: Viviana Valeria V.