Tatiana
Me refriego los ojos y salgo de la escuela, me detengo visualizando a Elías llegar y bajar de su motocicleta.
—Ya terminó el horario escolar —le recuerdo aún amargada.
—¿Qué te sucedió? —pregunta directamente al ver mi gesto, entonces bufa—. Adivinaré, Katerina.
—No importa. —Miro hacia atrás—. Me siento tonta, me fui sin despedirme de Félix.
—Los impulsos del ser humano. —Sonríe—. No te preocupes, no creo que se enfade, ese chico es pura alegría.
—Gracias.
—¿Vas a decirme que ocurrió?
Levanto la vista y miro el contenedor de basura, debajo de este veo un papel. Me acerco, entonces visualizo uno de mis dibujos, está destruido.
—Quizás debería dedicarme a otra cosa.
—Si eso te dijo Katerina, no debería hacerle caso —aclara Elías al seguirme—. Y si ese es tu dibujo y ella lo rompió, yo creo que deberías cobrárselo —dice en un tono frío.
—No me des ideas. —Presiono el papel que levanté.
—Ojo por ojo, diente por diente.
—Eres malo. —Me giro a mirarlo.
Sonríe con malicia.
—A veces, pero eso es porque me buscan y entonces me encuentran.
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Herencia Ricoy (R#10)
Jugendliteratur"La Herencia viene en muchas formas, sobre todo en un Ricoy". [Por culpa de un Ricoy #10] Por: Viviana Valeria V.