Herencia Ricoy (R#10)

72. Estrechemos las manos

Katerina

La cara de Tatiana cuando mamá le dice que trabajemos juntas en el concurso es para sacarle una foto y que la vea toda la escuela ¿Cuál es la necesidad de ponerse pálida? Solo tiene que decirle que no y ya. Después de todo, mamá no hará nada sin su consentimiento, porque estoy segura que esto es contra mí.

—¿Ella y yo? —Nos señala la estúpida.

—Eso dijo. —Ruedo los ojos.

—Katerina. —Me mira mal mi madre y me sobresalto, luego vuelve a sonreír observando a ambas—. Estoy segura de que será divertido y podrán llevarse mejor.

—A esto se refería Papá Nick —opina Taty pensativa—. No estoy segura.

—¡¿Por qué dudas?! —le grito—. ¡¡Ya di que no!!

—Pero... —Gira su vista hacia mí— Tampoco perdemos nada con intentar, no creo que sea un problema aceptar, aunque... —Observa a mamá—. Asusta lo que puede ser el resultado.

—Mientras yo esté presente... —vuelve a hablar mi madre y mirarme—Katerina no hará nada incorrecto, además es su oportunidad para ser la estrella.

Tatiana sonríe.

—Tiene sentido.

¿Y ahora le da la razón? El mundo está en mi contra.

Cuando salimos de la oficina la enfrento.

—¿Qué pretendes? —le digo sin más, cruzándome de brazos.

—Nada. —Baja la vista, pero frunce el ceño—. Solo intentaba ser amable, a pesar de lo que hiciste.

—Ah, hablas de tus dibujos, olvídalos.

Alza la mirada.

—¿Qué quieres de mí? Yo no te he hecho nada.

Me sobresalto recordando las palabras de Patricio y lo que me ha dicho mi madre con anterioridad.

—Pues... —Me pongo nerviosa—. Es cierto, pero... bueno, no es tan simple.

—Déjalo, no importa. —Se gira para irse y la sigo.

—Espera, Tatiana.

—¿Qué? —Se detiene y me mira enfadada.

—¿Haremos esto o no?

—¿Para qué y por qué? Pensé que no querías.

Bufo.

—No lo sabes, tonta, pero tengo un revoltijo en mi cabeza ahora.

—Puede ser. —Suspira—. Es difícil lidiar con tu temperamento, por suerte para ti, tengo paciencia. —Alza la mano y sonríe—. Hagamos esto entonces.

Me quedo pensativa mirando su gesto.

—Supongo. —Estrechamos las manos.

Esto es demasiado extraño, pero de acuerdo.