Herencia Ricoy (R#10)

4. ¿Vas a seguir ligando?

Félix

Llegamos a tiempo y Pipu se salva de una amonestación. Luego de la clase, se lleva sus auriculares y su cigarro para salir rápidamente de allí.

—Félix. —Giro mi vista antes de salir por la puerta y visualizo a Dahia, una compañera y mi exnovia—. He oído que aún no estás con nadie. —Mueve el dedo entre sus rulos—. Terminamos bien pero... —Posa su mano en mi remera—. Todavía te extraño —Se acerca a mi boca—, ¿tú, no?

Retrocedo, me siento acalorado y no hablo del calor de estar nervioso por estar enamorado, hablo de uno que me viene molestando hace rato. Me da ganas de ir corriendo al baño y mojarme la cara.

—Lo siento, pero yo...

—Atención, préstenme atención. —Me giro y visualizo a mi prima—. Estoy buscando a un chico, ¿lo han visto? —Posa su dedo en su labio—. Tiene ojos de doble color. —Parpadea de manera sensual y todos los muchachos suspiran, las chicas solo bufan—. ¿No? Creí que estaba en esta clase. —Hace puchero—. ¿Nadie va a ayudarme?

—¿Hablas de Pipu? —le pregunto.

—Dah, obvio Félix. —Rueda los ojos—. ¿Vas a seguir ligando o vas a decirme dónde está? Pero por favor, dile Patrick, queda más cool.

Me río.

—No, pero si te diré dónde está. —La señalo—. No me lo maltrates ¿Qué quieres con él?

—Es un secreto. —Me guiña y sonrío.

—Vale.

Preferiblemente es que moleste a Pipu, en vez de que ande en cosas raras. Luego de decirle donde se encuentra, paso por al lado de la sala de arte y me quedo perplejo. Siento que mi corazón se partirá en dos, debo hacer algo.

Taty está llorando.