Herencia Ricoy (R#10)

38. No quiero hablar de eso

Tatiana

Camino hasta Elías y me siento junto a él, entonces le sonrío.

—Gracias por lo de antes.

—Ni lo menciones —expresa seriamente.

—Quería pedirte un favor. —Bajo la vista.

—Te escucho.

—No te enojes con Félix, no lo hizo con mala intención.

Gira su vista a mirarme y sonríe.

—Aunque no pienso que mis padres crean que me caí.

Observo el golpe.

—Cierto.

—Pero lo intentaré. —Apoya sus brazos en el pupitre—. Por una chica linda como tú, ¿quién no lo intentaría?

—No coquetees conmigo. —Hago puchero.

—No lo hago, solo digo la verdad.

Me sonrojo.

—¿De verdad crees que soy linda?

—Sí, ahora tendremos muchos hijitos y me casaré contigo, pero luego me divorciaré porque conoceré a una bella brasilera y me iré muy lejos al caribe —bromea y le doy un golpe—. ¡Ay, era un chiste!

—¿Qué clase de amigo eres?

—Uno muy sensual. —Pasa la mano por su cabello.

—De eso no hay duda. —Observo toda el aula—. Todos nos están mirando, Katty dice que piensan que tú y yo...

—Que piensen lo que quieran, no tengo por qué darle explicaciones a nadie —exclama altanero.

—Eso es lo que le dije. —Miro a Félix que nos está observando—. Aunque yo debería aclarar unas cosas.

—Tu amor, el rubio, está celoso de mí, lo sé. —Se ríe Elías y vuelvo a mirarlo—. Se nota, mucho.

—¿Crees que está celoso? —Me toco los cachetes sonrojada.

—Si no está celoso, yo soy el presidente de los Estados Unidos de América. —Se levanta de su asiento haciendo una pose, luego gira su vista a una chica y le guiña—. Y me voy a ligar.

—No. —Lo agarro de la remera—. Hablemos de Arianna.

Su buen humor se esfuma, suspira y me observa frustrado.

—No quiero hablar de eso.