Patricio
Me gusta mirar el cielo, es tranquilo, calmo y no me trae ninguna preocupación. Me quito los auriculares y dejo de mirar por la ventana, cuando mi hermana abre la puerta gritando.
—¡¡Pipu, a levantar...!! —Se queda tildada observándome y luego reacciona—. ¡¿Cómo lo haces?! —grita indignada y se va.
Me río ante su queja. Siempre me despierto antes que ella, como dije me gusta mirar el cielo, sobre todo el amanecer, así que siempre estoy despierto antes de lo esperado. Un poco de música, tranquilidad, paz. La gente dice que soy raro, pero a mí no me molesta, así me gusta ser. No tendría sentido cambiarlo.
Bajo las escaleras y veo a mi mamá rezando, voy en puntillas para esquivarla, pero como siempre me detiene.
—Patricio Joaquín Edelgard, no te dignas a saludar a tu madre, encima rehúyes a tus obligaciones.
—¡Mamá! —me quejo.
Se levanta del suelo, se acerca hasta mí y me apunta con su dedo, para reprenderme.
—Has faltado a la iglesia, no has limpiado cuando te corresponde y encima me evitas, pide perdón o irás al infierno.
—Mamá. —Levanto una ceja—. ¿No exageras un poco?
Baja la cabeza, subiendo su vista, haciendo un gesto de que siente que tiene razón. De repente saca de su bolsillo uno de mis cigarrillos y lo levanta mostrándolo.
—¿Esto es exageración?
—¡Huy! Mira la hora. —Salgo corriendo.
—¡Patricio Joaquín, regresa aquí! —grita mientras me voy.
Cuando llego a la escuela, camino tranquilo y me detengo en la entrada, visualizando a la chica pervertida. Parece que no tendré paz ni en el colegio.
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Herencia Ricoy (R#10)
Novela Juvenil"La Herencia viene en muchas formas, sobre todo en un Ricoy". [Por culpa de un Ricoy #10] Por: Viviana Valeria V.