Herencia Ricoy (R#10)

Epílogo I

Crista

Salgo del edificio y voy hasta Carter que está con su esposa. Aún no lo puedo creer, pero es cierto. Tengo que aclarar algo antes de que se vayan. Giro mi vista hacia atrás y David me sigue. Sonrío de lado y le tiro un beso al aire, aunque obviamente eso no calmara sus celos, luego me encargaré de eso.

—Carter —lo llamo y este se gira antes de subir a su auto.

—Bella. —Sonríe—. Creí que no querías verme la cara.

—Primero que nada, quiero decirte gracias por lo de Tatiana —exclamo seriamente y su esposa se asoma por la ventanilla del vehículo—. Ya te lo devuelvo. —Sonrío y ella me saluda, se nota que no es ninguna tonta.

Bueno, lo supuse cuando la vi por primera vez.

—Dime, me están esperando. —Gira su vista cansado.

—Quiero pedirte disculpas. —Vuelvo a ponerme seria.

Levanta una ceja.

—¿Qué? —Observa para todos lados—. ¿Cuál es la cámara oculta? O mejor dicho... —Se lo piensa—. ¿Cuál es la trampa? —Entrecierra los ojos.

Trago saliva.

—No hay ninguna, tú no tenías nada en contra mío, solo no me amabas y formé una enemistad por eso, así que lo siento.

Necesitaba sacarme este peso de encima, al igual que lo hice con Helen.

—Entiendo. —Sonríe tranquilo, luego se ríe—. Qué madura que estás, y yo sigo siendo un niño, pero vale, perdonada. —Se acerca a mi rostro seriamente—. Ahora ve con tu marido y cerremos este asunto. —Se aleja y alza la mano sonriente—. ¿De acuerdo?

Acepto su gesto, después voy hasta David y nos vamos de allí. Entonces ciertamente, al fin esto es, un asunto cerrado.