Katerina
Maldito, patético, bastardo ¡Me la creí!
—¡¿Dónde está?! —grito molesta buscando a Patricio.
Ya es el recreo, tiene que estar por aquí. Miro a todos lados hasta que al fin lo encuentro.
—¡¿Cómo te atreves a engañarme?! —me quejo mientras él baja de la ventana y se quita los auriculares—. ¡¿Me estás escuchando?!
—No —expresa cortante.
—Te creí, maldito, el profesor no vino como dijiste y lo peor, es que Tatiana fue quien me lo dijo ¡Quedé como idiota en frente de esa estúpida! —Aumento la voz completamente indignada.
Levanta una ceja.
—¿Y me importa por qué...?
—¡¿Cómo qué por qué?! —exclamo más furiosa—. ¡Soy la mujer que te sacará de tu frustración, deberías estar agradecido, infeliz!
—No sé de qué hablas, yo soy muy feliz —expresa seriamente—. Y para tu información, no estoy frustrado.
Camino hasta él con prepotencia, agarro su remera y lo empujo contra la pared, levanto mi pierna apoyándola a un costado de su cadera, entonces me acerco a su rostro.
—Hablo de tu frustración sexual —susurro sensualmente y se sonroja.
—No... no tengo "eso" que dices. —Gira la vista evitando mirarme.
—¡Vamos, Chico Virgen, eres hombre! ¡¿Dónde está tu testosterona?! —Aumento la voz—. ¿Dónde está el macho que llevas dentro? —Me relamo los labios.
—¡No me vengas con eso, Katerina! —Me aparta pero me río porque su cara está completamente roja—. No tengo por qué hablar contigo de tales cosas. —Me señala—. Tú eres la frustrada ¡Deja de molestar!
Frunzo el ceño y me cruzo de brazos indignada.
—No soy ninguna frustrada, yo tengo al hombre que quiera cuando quiera.
—Pues yo no estoy en tu lista. —Comienza a caminar y me esquiva.
—¡No seas cobarde! —Lo sigo—. Te aseguro que será divertido. —Camino a su lado.
Se detiene y yo hago lo mismo.
—¿Qué es lo que no entiendes de que no es no? —Me mira enojado.
—Eso no es una respuesta aceptable, no entiendo cómo puedes rechazar a una belleza como yo. —Muevo mi cabello.
—No soy un pervertido como tú, no creo en el sexo meramente físico y darías más razones, pero no tengo ganas de seguir hablando contigo. —Vuelve a caminar y yo regreso a seguirlo—. Eres insoportables.
—¡No puedes decirme eso, eres un chico, a los chicos les gusta el sexo, les viene bien cualquier cosa, deja de fingir!
—¡No metas a todos en la misma bolsa, Katerina, eso es generalizar!
—Vale, me pasé, pero ¿Acaso no puedes tener un desliz? —Intento persuadirlo—. ¡La chica de tus sueños llegará después! —Muevo las cejas—. Cuando estés más experimentado.
—No, ve a buscarte a otro.
—¡Patrick! —Lo detengo agarrándolo del brazo—. Escucha... —Freno al visualizar al profesor.
"Mi" profesor. Vale, mi amor, Vincent. Se queda mirándonos un segundo y yo no suelto a Patricio. No sé cómo reaccionar o qué hacer, solo me quedo tildada observándolo.
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Herencia Ricoy (R#10)
Teen Fiction"La Herencia viene en muchas formas, sobre todo en un Ricoy". [Por culpa de un Ricoy #10] Por: Viviana Valeria V.