Patricio
Sostengo mi mochila desde mi hombro y veo que un compañero aparece corriendo para avisarle a otro.
—¡Rápido, rápido! —le grita—. ¡Félix y Elías se van a pelear, vamos! —Veo como se van en dirección a donde dijo y yo hago lo mismo.
Pensaba que estaban bromeando, pero es cierto. Visualizo a Elías discutiendo con Félix y entremedio Katerina, más a un costado Tatiana. Aparte de todos los que se han puesto a observar.
—Sabía que traerías problemas desde que llegaste —expresa el rubio muy irritado. Tiene rabia acumulada y creo que estalló.
El que se mantiene calmado y con una sonrisa, es el otro.
—Haces demasiado escándalo para nada.
—Para nada no. —Se señala Katty—. ¿Y yo qué soy? —Visualizo la mano de Elías en su muñeca.
Ahora ya sé por qué Félix está enfadando. Los primos sean unidos. Aunque no lo justifica, a menos que se demuestre lo contrario, porque apuesto a que sé quién armó el lío.
Katerina Wallas.
—Ya me cansé —dice el morocho y la suelta—. No vale la pena.
—¡Tú no vales la pena! —grita el rubio. Creo que debo devolverle su juicio, antes que lo arruine—. ¡Regresa aquí! —lo llama cuando Elías lo ignora y empieza a irse—. ¡Cobarde!
Sí, sí mejor que se vaya.
—¡¿Por qué no lo sigues?! —se queja su prima—. ¡Él me agredió! —insiste y lo arruinó.
Ay, no, Félix sigue a Elías, lo detiene, lo gira y le pega un puñetazo. Reacciona dándose cuenta de lo que hizo, pero ya es demasiado tarde. El que ahora tiene un golpe en el rostro se enfurece y lo empuja con fuerza golpeándolo contra la pared.
¡Violencia, violencia, debo pensar como detener esto!
¡Ah, ya sé!
Corro hasta ellos, tomo todo el aire que puedo y de repente grito bastante fuerte.
—¡¡¡Viene el profesor!!!
Todos se escandalizan, unos huyen, otros fingen no hacer nada y por mi parte, me detengo a ver si funcionó.
Elías suelta a Félix y me sonríe. No me ha creído, no puede ser. Es muy astuto. Debo seguir mi actuación para evitar esta catástrofe. Me acerco hasta ellos y miro a mi amigo.
—¡Félix, corre, vámonos ya, el profesor viene! —insisto y este si me hace caso, comenzando a seguirme—. ¡Rápido!
—¡Félix! —Elías lo llama y el rubio se detiene—. Esta me las pagas. —Se señala el golpe y luego sonríe girando en dirección contraria a la de nosotros.
Quedo petrificado, se dirige por donde acabo de decir que viene el falso profesor. Es obvio, no me creyó, es un demonio. He fallado en mi mejor actuación ante él. Es imposible, me niego a aceptarlo ¡¿Por qué?!
Creo que estoy exagerando un poquito, ups.
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Herencia Ricoy (R#10)
Teen Fiction"La Herencia viene en muchas formas, sobre todo en un Ricoy". [Por culpa de un Ricoy #10] Por: Viviana Valeria V.