Herencia Ricoy (R#10)

18. Colores para elegir

Félix

Un nuevo día comienza, el sol está radiante, la alegría se contagia y... miro mi guitarra que está dibujada con crayón.

—¡Tristán! —grito y salgo de mi habitación. Visualizo a Cely con las bolsas de las compras—. ¿Te ayudo? —Le agarro la que tiene en las manos—. No deberías levantar eso —opino.

Ella se ríe.

—Hablas igual que tu padre, las gemelas no me romperán la espalda, aún no. —Sonríe y se toca el enorme vientre—. Pero sí, lleva eso, está que pesa. —Hace una mueca divertida.

—¡Claro! —Sonrío—. ¿Qué más?

Me señala las cosas y termino llevando absolutamente todo a la cocina. Luego al fin visualizo a Tristán que tiene el crayón en la mano y se ríe.

—¿Querés jugar?

—¡No con mi guitarra! —Lo sigo por toda la casa hasta que veo que papá entrar por la puerta y ambos nos quedamos como congelados—. ¡Hola! —digo y mi hermanito también lo hace.

—¿Qué lío están haciendo? —pregunta y nos mira intentando averiguar lo que hicimos.

—Déjalos, están jugando. —Viene Cely y levanta dos pequeñas ropitas—. Mira esto, Ian, dos rosas ¡Están hermosas!

Tristán frunce el ceño.

—El rosa es feo, es mejor el azul. —Hace puchero el pequeñín.

Papá se le acerca y lo levanta.

—Claro que sí, campeón, lo que pasa que a las gemelas quizás les gusta más el rosa, hay muchos colores para elegir.

—¡Puf! Ellas aburridas.

—A ti también te compré algo rosa —bromea Cely.

—¡Puf! Que se lo ponga papá.

—Vamos a ver si me entra. —Ríe él y se van juntos a la cocina.

El timbre suena y aviso.

—¡Yo voy! —Abro la puerta y sonrío visualizando a Pipu entrar con rapidez—. ¿Qué te pasa? —Río.

—¡Ocúltame! —grita.

Adivinaré: Katerina.