Herencia Ricoy (R#10)

7. Los acompañaré

Patricio

¡Sálvese quien pueda, sálvese!

O sea yo.

Me oculto detrás del árbol, mientras Katerina me busca al salir de la escuela. Para ser más específicos, en la entrada.

¿Qué mosca le pico a esta chica? ¿Qué se tomó? ¿Un afrodisíaco? Uno bien potente.

Visualizo a Félix con Tatiana salir y aparezco detrás.

—¡Hola! —Me pongo en medio—. ¿Les molesta que los acompañe? —Miro a un lado y otro—. Debo esconderme.

—Eh, no, en absoluto. —Baja la vista Taty—. ¿De qué quieres esconderte?

—La pregunta real es de quién. —Ríe el rubio.

—Tu prima, obvio. —Miro a Félix—. Desde que me conoce, piensa que soy un trofeo o algo así. —Hago una mueca—. ¡Quítamela de encima! —Lo zamarreo—. ¡Está loca!

—Concuerdo —opina la morocha—. Pero no es mala, solo es algo inmadura.

—Oí que siempre te molesta. —Levanto una ceja y sigo caminando al lado—. ¿Qué tipo de opinión es esa? —pregunto.

—Una inteligente —responde Félix sonriéndole y luego me mira—. Iremos a casa de Taty y revisaremos en internet qué profesores hay en la academia para ayudarla a entrar a la exposición de arte —me explica—. ¿Aún quieres venir? No hablaremos de música —aclara.

—Cualquier cosa para estar lejos de la loca de tu prima.

Tatiana sonríe.

—Genial, comeremos cosas ricas.

—Esa idea me agrada —opino.

Entonces nos vamos los tres juntos riendo y charlando por el camino más corto. Gracias, paz.