5. Espada. (II)

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A pesar de que habían pasado un par de horas desde la pelea que tuve aún me encontraba conmocionado

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A pesar de que habían pasado un par de horas desde la pelea que tuve aún me encontraba conmocionado. No entendía las razones pero la gente, además de los demonios y brujas estaba tratando de asesinarme. Debía averiguar por qué. Quizá Daemon podría tener las respuestas a mis preguntas.

Me levanté de mi cama. De inmediato salí de mi habitación, ya me sentía demasiado desesperado como para estar encerrado en un lugar. Bajé lentamente las escaleras de mi casa hasta llegar al primer piso. A pesar de que mis padres aún no llegaran ya había recogido todo el desastre hecho.
Si mis padres se enteraban de todo lo que me estaba sucediendo posiblemente acabaría mal.

Luego de un tiempo de estar sentado viendo series decidí que era mejor bañarme. Quizá y así lograría relajarme.

No me tardé demasiado en llegar al baño. Abrí las llaves de la tina y dejé que se llenara completamente para poder meterme. Me desvestí y dejé toda la ropa sucia a un lado.

En el momento de entrar el agua caliente cubrió mi cuerpo, a pesar de relajarme lentamente también me causó un par de molestias. Las heridas en mi cuerpo ardían, traté de ignorarlas pero no podía. Al cabo de unos minutos logré calmarme y disfrutar del agua. Definitivamente necesitaba eso. Me acomodé y traté de no pensar en nada, simplemente disfrutar del agua caliente.

Para mí el agua era una de las cosas que lograba relajarme y poder disfrutar. Simplemente estando cerca de un río o escuchando el agua correr con velocidad era suficiente para que me calmara y dejara de pensar en todo.

Luego de estar durante un momento acostado sintiendo las burbujas tocando mi piel algo extraño logró recorrió mi cuerpo. Un fuerte aire frío atravesó mi nuca haciendo que reaccionara. Abrí ojos y miré hacia la puerta, esperaba que alguien estuviera ahí pero no habia nadie.

《Sólo es tú imaginación Ricardo, no te preocupes.》

Aún nadie se encontraba en mi casa por lo que volví a tranquilizarme. Cerré mis ojos en un segundo, y una vez más me hundí dentro de la tina.

Saqué una vez más mi cabeza del agua, mi cabello mojado recaía sobre mi rostro impidiendome ver. Al retirarlo hacia atras logre divisar algo extraño frente a mí. Un chico se encontraba mirándome en la tina. Retrocedí soprendido ante eso pero él ni siquiera se inmutó. Sus ojos marrones me miraban con cierta curiosidad mientras que yo miraba la larga cicatriz cerca de su ojo derecho.

Al cabo de unos segundos desapareció. Y poco a poco empecé a resbalarme dentro del agua. Traté de detenerme pero no podía, sentía como mis piernas eran jaladas con fuerza. Para empeorar la situación, un fuerte golpe en el pecho me empujó dentro de la tina. Mi nariz se llenó con rapidez de agua al igual que mi boca, no podía respirar.

Una fuerte presión de algo aplastándome hizo que me moviera frenéticamente tratando de salir.
Miraba hacia todos lados buscando algo que me ayudara a levantarme pero no había nada. Mi corazón latía con velocidad dentro de mi pecho mientras que mis pulmones se iban quedando sin oxígeno poco a poco.

El Mundo de los Sueños.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora