Lo que sucedió a continuacion no parecia formar parte de un sueño. Se sentía demasiado real como para serlo.
Me encontraba arrodillado viendo una inmensa habitación con paredes de cristal verde. Traté de mover mis manos pero sentía como estas se encontraban atadas.
Mi boca estaba sujetada con una cuerda que me impedía la posibilidad de hablar. Además que la sensación de debilidad en mi cuerpo estaba presente.
Al igual como pasó con Martín y con mi hermana, estaba dentro del cuerpo de alguien. Sólo que esa vez no era ningún recuerdo.
Dos hombres entraron en la habitación junto con dos largas espadas negras en sus manos. Al principio resultaron irreconocibles, pero cuando se acercaban más y pude observarlos mejor me di cuenta de quienes eran.
Michael y Baltazar.
Aquellos dos que trataron de asesinarme la primera vez que nos vimos.
—Dinos donde está y te dejaremos en paz.
Yo no hice nada por lo que recibí un fuerte golpe de parte de Baltazar. Sentí un inmenso dolor pero volví a colocar mi cabeza como antes.
—Si no nos lo dices, la pagarás caro.
Por segunda vez no dije nada recibiendo un golpe más.
—Puedo seguir con esto todo el día.
Baltzar me miró con una gran sonrisa en su rostro.
—Si el chico no llega, es mejor que te pongas a rezar.
Y luego con un golpe más caí hacia un lado, inconsciente.
***
Abrí mis ojos encontrándome en una gran oscuridad. Me senté en la cama y miré a todos lados.
Daemon aún seguía durmiendo sin darse cuenta que yo había despertado. Me levanté y salí de la cabaña. Toda la oscuridad aún cubría el lugar, pero para mi suerte había dejado de llover.
Caminé acercándome a un árbol y subiendo a este. Trepé el árbol con cuidado de no caer, ya estando lo suficientemente alto para ver el horizonte me tranquilicé un poco.
Agarré el pergamino y lo abrí poco a poco. Un par de horas atrás no había tenía ganas de ver nada. Ni de saber que me deparaba el futuro en esos momentos.
Me había calmado un poco pero la sensación de dolor seguía en mi pecho.
Abrí el papel viendo lo que decía la profecía.
"Tu mundo se desvanecerá si contra él no logras ganar"
¿Mi mundo? ¿Se refería esto a la Tierra o sólo se refiere a toda mi vida?
Cerré de golpe el papel y lo tiré una vez más dentro de la mochila.
Empecé a respirar lentamente tratando de concentrarme.
—¿Hace cuanto estás despierto?
La voz de Daemon hizo que nuevamente volviera a abrir los ojos y mirarlo.
—Hace un par de minutos.
Daemon me miraba desde abajo del árbol.
—¿Crees que vas a bajar?
Negué.
—Estoy bien aquí. Gracias.
Daemon no dijo nada más y al igual que yo se quedó mirando al horizonte. Recordaba lo que Daemon me dijo hace un par de horas, acerca de Jane. Al igual que yo él ha perdido a alguien muy cercano. Siento como que si de alguna extraña forma eso pudiera conectarnos.
ESTÁS LEYENDO
El Mundo de los Sueños.
FantasyPara Ricardo Ross la vida no le ha parecido fácil. Después de la muerte de su hermana sintió como su estabilidad mental desapareció justo como todos sus amigos y personas que lo rodeaban. Él únicamente quería mantener una vida normal pero sus deseos...