Para Ricardo Ross la vida no le ha parecido fácil. Después de la muerte de su hermana sintió como su estabilidad mental desapareció justo como todos sus amigos y personas que lo rodeaban. Él únicamente quería mantener una vida normal pero sus deseos...
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Al principio una ráfaga de luz atravesó mi visión. Creí que se debía a mi desmayo.
Que eso no era más que un sueño.
Estaba equivocado.
La fuerte luz blanca hacía que me sintiera mareado, e incluso mucho más débil. Era tan gracioso que hasta en mis sueños estuviera totalmente malherido.
Los pasos que daba cada vez eran más rápidos de acuerdo al aumento de la luz. Si la luz avanzaba yo lo hacía con ella.
No tenía idea de porque soñaba esto pero algo debía significar. No estaba soñando eso al azar.
Mientras caminaba —dentro del sueño— aún recordaba con claridad lo que había sucedido. Lignes en un principio parecía un Reino lleno de luz y vida pero en un instante todo cambió demostrando nada más que oscuridad.
Estaba harto de ella.
Pero a pesar de eso, siempre aparecía. Me di cuenta que incluso en el lugar más iluminado siempre se encontraría una pequeña mancha de oscuridad destruyendo el lugar.
Dándole algo a lo que las personas siempre temeran.
No entendía porque mi mente pensaba acerca de la luz y oscuridad. Debía ser que el conocimiento estaba llegando a mi mientras avanzaba.
O que me encontraba totalmente mal que incluso en mis sueños no hacía más que divagar.
No supe cual era la razón porque en un segundo la luz desapareció.
Y la oscuridad de la realidad me envolvió.
Pasaron un par de minutos hasta entender que algo malo había sucedido en el Reino.
Leroy estaba sentado en una esquina mirándome.
—¿Qué pasa?
No me respondió. Mi mano ardía por el corte sin embargo no era doloroso.
Me quedé apegado contra la pared viendo como todo a nuestro alrededor se encontraba rodeado por niebla.
—Leroy, ¿por qué este Reino está cubierto de niebla?
Esta vez no se quedó callado. Se levantó y comenzó a hablar.
—Mucho antes de ser gobernados estos territorios no era más que un cementerio. Pertenecientes a espíritus de demonios no muy amigables. Rafael y Lorena utilizaron magia para deshacerse de todo las tumbas y espíritus del lugar para luego formar un Reino. Oculto ante todos, que solo muy pocas personas sabrían como entrar. Lo que devastó el Reino fue su forma de utilizar magia sin controlarse. Ambos hicieron que su castillo diera una inmensa luz sin necesidad de sol pero la energía que se encontraba en el castillo chocó con los espíritus soltandolos. Rafael y Lorena la única solución que encontraron fue ocultarlos dentro de una realidad paralela. Pero no funciono por tanto tiempo. Por lo que hicieron un trato con los espíritus. Cada veinticuatro horas ellos podrían adueñarse del reino y del cuerpo de la gente por una hora. A los espíritus no les quedo más que aceptar.
