18. Luz y Oscuridad. (II)

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—Cambiate la ropa

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—Cambiate la ropa. Nuestra estadía aquí se ha alargado más de lo que pensaba.

Asentí.

Quité la camiseta azul de mi cuerpo y la tiré al suelo al igual que mi pantalón. Abrí mi mochila y tomé una camiseta blanca junto con un jean negro. En esos momentos no me importaba lo incómodo que fuera utilizar un jean.

Recojí la ropa manchada de sangre y la escondí dentro de una funda.

—Leroy.

El chico se acercó a mí.

—¿Estás listo?

Asentí.

Salimos de la habitación después de haber recojido todas nuestras cosas. Caminamos pasando por otras habitaciones hasta bajar por las escaleras.

Un señor de avanzada edad se encontraba sentado en una banca junto con un cuchillo blanco balanceándolo de un lado a otro.

Nos miraba con atención.

—¿Ya se van?
—Debemos visitar cuanto antes a alguien.

El señor simplemente rió.

—Los visitantes no son muy frecuentes por esta zona. Por lo que cuando llega uno hay dos tipos de personas en este lugar, los que aceptan y no les importa lo que hagan y los que se preocupan y tratan de matarlos.

Inconsciente mi mano bajó a la vaina donde toqué mi espada.

—Para su suerte, yo no soy el tipo que le gusta asesinar gente.

Nos miró con una gran sonrisa que hizo que, por lo menos yo, me sintiera incómodo.

—Espero que hayan disfrutado de su estadía.

Ambos salimos por la puerta principal llegando a un camino de tierra. Caminamos alejándonos de aquella posada.

《Asesiné a alguien.》

Luego de haber salido de encima del tipo salí corriendo. Tomé todas mis cosas y corrí con velocidad. Aún estaba sorprendido, nunca había asesinado a una persona. Asesiné demonios y sirenas. Nunca pasé de eso.

Hasta hace un par de horas.

Leroy logró encontrarme después. Estaba tirado en el suelo mirando la tierra, no me importaba nada en esos momentos. Me sentía la peor persona del mundo.

El Mundo de los Sueños.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora