LA VIUDA

6. El peor de los dolores

Empezó a subir las escaleras, esquivando las llamas como podía y entró en el que era su habitación, la encontró vacía, así hizo lo mismo con todas hasta llegar a la habitación de su madre, allí encontró a su padre inconsciente en el suelo y a Andrea postrada en la cama, lo que vio le horrorizo, estaba manchada de sangre y su vientre ya no se veía abultado, rápidamente la cogió en brazos y logró sacarla de la casa, la apoyó en el suelo y ella reaccionó mirándolo a los ojos.

Andrea: tu...tu madre-empezó a toser frenéticamente y con dolor-se la llevó.

Fabio: Andrea ¿Qué paso?

Andrea: me...me obligó a...a parir-lo miró a los ojos mientras ambos los tenían vidriosos-nació muerta, ella la mató...

Fabio: ¡No!-comenzó a llorar-¡No puede ser!-un ruido lo hizo mirar a la casa, la cual se estaba empezando a derrumbar-¡Tengo que ir a por mi padre!

Andrea: Fabio... no...-Fabio la dejó sentada frente al caos y entró corriendo a la casa para sacar a su padre.

Andrea observaba con impaciencia que Fabio saliese de la casa con la vida de su padre, pero ambos tardaban mucho, lloraba desesperada mientras miraba cualquier señal de que pudiesen salir, pero de pronto sus esperanzas se desvanecieron cuando frente a sus ojos se derrumbó la enorme casa de los Alcázar.

Andrea: ¡¡¡¡¡¡FABIOOOOOOOOO!!!!!

Su desgarrador grito pudo escucharse no solo en los al rededores del rancho si no en todas las hectáreas pertenecientes a la familia, en una de ellas el grito ensordeció a Beatriz quien depositaba a la pequeña en un agujero, cuando miró a su espalda pudo distinguir el fuego y el derrumbe de la que fue su casa, unas voces la sacaron de su trance y sin dudarlo dejó lo que estaba haciendo, marchándose del lugar a toda prisa.

•

Sus lágrimas se deslizaban sobre sus mejillas sin detenimiento alguno, su pecho respiraba agitadamente tratando de retener el dolor que estaba sintiendo dentro, pero aquello era imposible, estaba sintiendo el peor de los dolores, no solo por la muerte de su suegro y su marido, también por la de su hija, su corazón decidió apagarse poco a poco mientras el vacío crecía cada vez más.

Minutos más tarde a su alrededor corrían bomberos, médicos y policías, los mismos que si hubiesen llegado antes hubiesen evitado muchas cosas... Los médicos estaban atendiendo a Andrea quien se encontraba demasiado débil debido al doloroso parto y al fuerte desgarro que presentaba dentro de ella, por no mencionar el dolor psicológico que estaba sintiendo en aquel momento. Entre el caos pudo distinguir su figura, la figura de aquella malévola mujer que sonreía ante la posibilidad de haber acabado con la vida de su nuera.

Andrea: ¡¡¡MALDITA!!!-saco fuerzas de su interior y trató de saltar de la ambulancia pero los médicos la detuvieron, la policía presenció el escándalo-¡MATASTE A TU HIJO!-el rostro de Beatriz se descompuso y observó el coche de Fabio en la entrada de la casa.

Beatriz: ¡NO, NO, NO, NO!

Andrea: ¡¡¡FUE ELLA!!!-la señaló efusivamente-¡Ella me obligó a dar a luz, me quito a mí hija, trató de matarme provocando el incendio en el que murió mi suegro y mi marido!-los policías la detuvieron de inmediato.

•

Al día siguiente no quedaban más que los escombros de la casa y el olor a quemado invadía el ambiente, nadie podía creerse la tragedia que escondía aquel derrumbe y en el pueblo no se hablaba de otra cosa más que de la pobre Andrea, la pobre Viuda de Gallardo.

1 MES DESPUÉS.

La vida de Andrea dio un giro de 180 grados, luchaba con todas las fuerzas de su interior por no volverse loca ante el dolor de la perdida de sus seres queridos, en su marchito corazón solo había lugar para el odio y el dolor. Sobre sí misma se forjó una coraza, una coraza llena de maldad, destinada a hacer pagar a toda persona de su desgracia, aquella desgracia la había obligado a dejar de ser una muchacha indefensa a ser toda una mujer llena de rencores y con sed de venganza, una venganza que todos pagarían por el dolor que su temible suegra había sembrado en ella.