Al día siguiente Irina abrió los ojos en una cama que no era la suya, sonrió al notar la fuerte prisión de los brazos de Flavio sobre ella y suspiró con ternura, con cuidado se giró para quedar enfrente de él y comenzó a dar besos sobre sus cara provocando que poco a poco abriese los ojos, lo siguiente que vio fue su eterna y bonita sonrisa.
Flavio: buenos días-bostezó.
Irina: buenos días, ya es algo tarde-miró su reloj-debería irme.
Flavio: quédate un ratito más, yo te llevo luego.
Irina: no seas vago... levántate anda-comenzó a moverse para despertarlo pero no había manera-¡Flavio León!-ambos soltaron un risa.
Flavio: un ratito, solo eso-Irina se levantó.
Irina: debo ir a casa y hacer mis cosas-comenzó a vestirse-Andrea ya debe estar despierta y trabajando no puedo quedarme aquí-cogió las llaves de su coche cuando acabo de vestirse-me llevo tu coche y ya luego vienes por él-Flavio levantó la cabeza pero ya se había ido.
Irina salió de la casa con una sonrisa recordando cada caricia y beso que se había dado con Flavio, su novio, durante toda la noche, se sentía tan feliz y con tanta fuerza que no se lo creía. Subió al coche y empezó a conducir camino al rancho Alcázar mientras escuchaba animadamente la radio.
De pronto alguien estaba en medio de la carretera y ella frenó en seco, tragó saliva al comprobar que se trataba de Lucas, bajó la ventanilla del coche y asomó la cabeza.
Irina: ¡Apártate o te paso por encima!
Lucas: ¡BAJATE DEL COCHE!
Conocía a la perfección ese tono de voz autoritario en él, notaba su ira en su mirada y la furia en sus gestos, aquello le provocó un escalofrío que la dejó incapacitada para moverse, al ver su cara él caminó con decisión al coche enganchando el manillar de la puerta, ella trató de cerrar el coche pero fue inútil, abrió la puerta de un solo tirón y el rostro de Irina se aterrorizó ante su mirada tan oscura.
Él la agarró del pelo tirándola del coche, como pudo trato de levantarse pero tras cerrar Lucas la puerta del coche la engancho de la camisa y la levantó en aire mientras sus ojos se volvían vidriosos y llenos de pánico, estaba perdida...
Lucas: te vi entrar con él en su rancho-la miró a los ojos y ella los cerro con fuerza-¡TE HAS REVOLCADO CON ÉL!
Irina: ¡SI, SI, SI!-soltó un fuerte llanto y él le propinó la primera bofetada-¡Ah!
La soltó, ella trató de mantener el equilibrio y lo siguiente que sintió fue el puño de Lucas contra su cara, cayó al suelo como si se tratase de un vaso y se rompió en pedazos cuando el se posicionó encima de ella y le asentó otro golpe, provocando sangre.
Lucas: esto te enseñará a no desafiarme, Irina, vas a aprender la lección y te alejaras de ese hombre... porque yo soy tu hombre y no él, maldita zorra.
Siguió propinándole golpe tras golpe mientras el cuerpo de Irina se rompía poco a poco con cada patada, con cada bofetada y con cada rasguño que él le asentaba, poco a poco dejó de sentir los golpes en su cuerpo para comenzar a sentirlos en su alma, esa alma que tanto le costó reconstruir estaba siendo destrozada de nuevo.
La sangre teñía su rostro y su ropa, mientras él estaba incansable, ensañándose con ella, mientras que por su mente solo pasaba los momentos vividos con Flavio, pensaba en lo afortunada que era de haber encontrado a alguien tan lindo como él, mientras sentía como su vientre ardía de dolor... pronto el dolor se hizo casi inexistente cuando perdió la conciencia.
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En el rancho de Flavio y Samuel, Aurora, preparaba el desayuno con la ayuda de Juana, Patricia entró en la cocina con cara de pocos amigos y la joven entendió que se avecinaba un nuevo altercado con ella.
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LA VIUDA
أدب الهواةUna dulce niña de 15 años llamada Andrea llega al rancho Alcázar en busca de trabajo, en su lugar, encuentra el amor en los ojos de Fabio, hijo de Ignacio Gallardo y Beatriz Alcázar, ese amor tan puro entre jóvenes desatará una serie de tragedias qu...