LA VIUDA

49. Mi última oportunidad

Aurora: ¿Vamos hacer una fiesta?-exclamó emocionada.

Andrea: si, decidimos daros la bienvenida a este rancho como se merece-sonrió.

Aurora: ¡Que bieeen!-dio saltitos-pero hay que hacer muchas cosas, ¿Cuándo será?

Andrea: ¿mañana?

Aurora: ¿¡MAÑANA!?-miró a Irina-no hay tiempo a nada, tenemos que hacer muchas cosas-se agarró a los brazos de las dos-¡Vamos! ¡Hay mucho que hacer!

Después de una tarde intensa con Aurora organizando la fiesta, todo estaba listo para mañana: el catering contratado, la música, los invitados y la decoración. Aurora cayó exhausta en un profundo sueño, Samuel y Andrea la observaron desde el umbral de la puerta.

Samuel: ha quedado agotada-sonrió.

Andrea: es algo inquieta, se puso a mil por hora con el tema de la fiesta-respiró agotada-me costó llevarle el ritmo, a veces tuve que frenarla.

Samuel: y has sabido hacerlo, como su madre que eres-agarró su rostro-¿Cuándo le hablarás del tema?

Andrea: quiero que me conozca un poco más... no quiero que piense que la deje abandonada.

Samuel: te adora, es más que obvio que sin saberlo te ve como una madre, no va pensar que la abandonaste a su suerte-Andrea sonrió y ambos cerraron la puerta de la habitación-no tengas miedo, yo te ayudaré con ella, no va reaccionar como tú piensas...

Andrea: lo tengo Samuel, tengo miedo a perderla después de tanto tiempo sin ella.

Samuel: ven aquí-la abrazó con ternura-no permitiré que eso pase, ¿vale?-ella lo miró desde su pecho y sonrió.

Andrea: vamos a dormir, estoy demasiado agotada-se tocó la cabeza-me siento hasta mareada de tantas vueltas que di con la niña.

Samuel: puede llegar a producir ese efecto, la hubieses visto en cada fiesta de cumpleaños-Andrea sonrió mientras entraban en la habitación-¡nos tenía a todos un mes antes ultimando detalles!-ella se sentó en la cama.

Andrea: cuéntame más.

Samuel: cuando cumplió los 12 años vio en la televisión una estatuilla de hielo, no te creas que se le antojo que compráramos una para ella, no... ¡la quiso hacer ella!-Andrea soltó una risa-¿que paso después? Se perdió su fiesta por que cogió semejante gripe que ni de la cama se pudo levantar, me tuvo una semana en vela cuidándola, pero sabes-cogió la mano de Andrea-la noche de su cumpleaños me dijo que ese había sido el mejor cumpleaños hasta ahora, por que estaba con ella cuidándola como si fuese su padre...-los ojos de Andrea se aguaron.

Andrea: me da tanto coraje haberme perdido tanto-una lágrima rodó por su rostro.

Samuel: lo sé cariño, pero la vida te obligo, no fue tu culpa...

Andrea: le agradezco tanto a la vida que te pusiera en su camino, si no llega a ser por ti, que hubiese sido de mi pequeña...

Samuel: el caso es que la encontré, la crié como pude y ahora tendrá una madre...-sonrió mientras acarició su mejilla-sé que llegas a sus 15 años pero aun te queda mucho que hacer como madre-besó sus labios con ternura, mientras ella envolvía sus brazos sobre su cuello y lo empujaba hacia ella, acostándose los dos sobre la cama...

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Lucas: así que vais a dar una fiestecilla en el rancho Alcázar... eso significa que no sabéis de mi huida si no estaríais reforzando el rancho... si es que no me lo podéis poner más fácil pandilla de inútiles, esta es mi última oportunidad para acabar con esas perras.