LA VIUDA

55. Tensión

Fabio: Andrea yo...-retrocedió ante el miedo que vio en sus ojos-solo quería protegerte.

Samuel: ¡Andrea!-

Andrea divisó a Samuel desde la puerta, se levantó rápidamente del suelo y ante los ojos de Fabio corrió a los brazos de Samuel quien la abrazó y la toqueteó corroborando que estaba bien analizando los golpes que tenía en el rostro, levantó la mirada mientras su novia se refugiaba en sus brazos y la mirada de ambos se cruzó por segunda vez en sus vidas, frunció el ceño con la boca entreabierta.

Ambos lo miraron, los años habían pasado por él, estaba más maduro, alto, su pelo estaba más frondoso al igual que su barba, lo que nada había cambiado era el verde intenso de su mirada, una mirada que acarreaba cansancio y dolor, una mirada que a pesar de ser la misma que la de Aurora, lucía diferente.

Fabio: ¿¡estás con él!?-a diferencia de Andrea él reconoció a Samuel al instante, en la casa comenzaron a encenderse las luces, Flavio e Irina no tardaron en llegar y encontrar la escena.

Flavio: ¿Qué pasa?

Fabio: ¡Responde!

Irina: ¡Oh dios mío!-su rostro palideció al verlo, reconocía que era el mismo de las fotos.

Andrea: ¡SI!

Aurora: ¿Qué es lo que pasa? ¿Andrea?-todos se giraron mirando a Aurora quien trataba de ver qué pasaba pero todos lo impedían ver lo que ocurría.

Irina: cielo, no pasa nada-se acercó a ella-ven vamos a la cama, mañana tienes clase, no deberías de estar aquí-Irina se llevó a Aurora prácticamente arrastras mientras la acorralaba a preguntas.

Samuel: ¿Qué haces aquí? ¡Tú estabas muerto!

Fabio: por lo que puedo ver, eso te hubiese gustado ¿no? De capataz del rancho a señor de la casa, fuiste escalando puestos...-Andrea, Samuel y Flavio se miraron recordando que Fabio "muriera" sin conocer el parentesco que tenían Samuel y él.

Flavio: iré ayudar a Irina con Aurora, creo que tenéis mucho que hablar...

Flavio abandonó la cocina mientras Samuel y Andrea entraban para sentarse a la vez que Fabio también entraba en el lugar, Fabio miró a Andrea detenidamente, ya no era la misma joven inocente de la que se enamoró hace quince años, su rostro era fuerte y decidido y ya no cargaba esa dulzura en la mirada.

Samuel: ¿Cómo es que estás vivo?

Fabio: creo que tú no tienes que preguntarme nada de esto, la cosa es entre ella y yo.

Samuel: con quien está ahora es conmigo, así que todo lo que tenga que ver con ella me importa.

Fabio: para tu mala suerte, sigo siendo su marido-enseño su alianza.

Ambos se encararon frente a frente, Andrea se metió en el medio y por primera vez lo tocó para separarlo de Samuel, era real, cerró los ojos con fuerza, su cuerpo y su interior estaba experimentando demasiadas emociones encontradas, abrió los ojos y respiró, Fabio y ella se miraron.

Andrea: quiero saber que pasó... necesito una explicación...-Fabio se desplomó en una silla.

Fabio: cuando volví a entrar por mi padre la noche del incendio, subí por las escaleras-tragó saliva-llegué a la habitación y vi todo aquello con mis ojos, traté de sacarlo pero se empezaba a desprender el techo, me cortó el paso a las escaleras, su corazón ya no latía... pero no podía permitir que ardiese allí-los ojos de Samuel se aguaron recordando a su padre y les dio la espalda para dejar salir sus lágrimas sin que Fabio lo viese-tuve que dejarlo allí, no podía con él y todo se desprendía, salte por las escaleras y trate de salir nuevamente para reunirme contigo pero todo cayó y se bloqueó la puerta, todo se tambaleaba, en cualquier momento se caería todo, corrí por esta cocina tratando de salir por esa puerta-señaló la puerta- entonces todo se desplomó... Cuando me desperté estaba en el hospital del pueblo