59. No es una coincidencia

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Beatriz: ¿COMO DICES?

Manuel: que la trepadora va tener a otro Gallardo, cuando vino al hospital se le hizo una prueba de sangre y ya son 4 los que me impiden quedarme con lo que me pertenece-Beatriz movió sus ojos con locura.

Beatriz: ¡son una maldita plaga! Está bien, aguantaré, analiza solo la sangre de Aurora, será quien coincida con la de Andrea y cuando llegue el médico ese que haga él la transfusión y tú te vienes aquí, invéntate lo que sea.

Flavio: ¿Por qué llamaste al médico de la ciudad?

Samuel: no me fío nada de este hombre, me parece muy extraño no sé no me da buena espina, aparece, desaparece, no sé, parece saberlo todo, pero de repente hace preguntas demasiado raras, sobre todo con respecto a Andrea.

Flavio: Samuel, ya alucinas... y te iba decir una cosa, imponte más con Fabio eh, ese hombre no desaprovecha ninguna oportunidad para meterse entre Andrea y tu... entiendo que han pasado muchos años y eso... pero tu eres quien ocupa su corazón ahora ¿no?

Samuel: ¿y qué le digo? Si siempre me responde con el "yo soy su marido"-lo imitó-sé que ella me quiere a mí, pero me irrita que se acerque tanto a ella.

Flavio: esos son los celos, hermano-palmeó su espalda-pero tranquilo, acabara cansándose-Samuel miró la hora preocupado y meneando la cabeza tristemente-eh, todo irá bien, sabes de sobra que la donante de Andrea va ser Aurora y se pondrá bien.

Samuel: si... lo sé.

Aurora fue de las ultimas en hacerse los análisis, esperaron un par de horas por los resultados en el momento en el que llegó el médico de Samuel, Manuel, siguió las ordenes de Beatriz y cuando tuvo todas las pruebas solo analizó la de Aurora, la cual coincidía en exactitud con la de Andrea.

Manuel: ya tenemos los resultados, Aurora-la joven levantó la mirada-tu sangre es compatible con la de Andrea-todos respiraron aliviados-yo tengo que ir atender otra emergencia, como veo que el médico ya está aquí os dejo en sus manos, vendré más tarde a corroborar que todo esté bien.

Aurora: ¿vendrás conmigo?-miró a Samuel, quien afirmó con una sonrisa.

Ambos entraron en una sala en la que el médico comenzó la extracción de sangre para Andrea, Aurora miró a Samuel con intensidad mientras él le daba apoyo a su ahijada, el médico introdujo la aguja y Aurora hizo una mueca, luego respiro observando como su sangre circulaba a través del tubo, respiró una vez más y observó a su padrino.

Aurora: no me gusta Fabio, tenía que decirlo-soltó en un suspiro y Samuel cerró los ojos temiendo esa conversación.

Samuel: ¿Por qué cielo?

Aurora: se está metiendo entre vosotros, amenazando vuestra relación, lo noto.

Samuel: cielo, él es su marido... es normal que quiera recuperar a su mujer, son las circunstancias, pero él no es malo.

Aurora: no quiero que recupere a su mujer, tampoco lo quiero cerca... no sé me mira muy raro, esa mirada tan intensa no sé-suspiró.

Samuel: Aurora, Fabio es mi hermano, a mí tampoco me gusta la idea de que se acerque a Andrea pero debemos colocar las cosas en su sitio, ha estado 15 años dentro de un manicomio sufriendo por todo lo ocurrido él solo, sin nadie, no como Andrea que tuvo a Irina... ¿no crees que debemos darle una oportunidad?

Aurora: si bueno, eso lo entiendo, tuvo que pasarlo muy mal...

Samuel: y tanto cielo, tú eres muy buena-apartó un mechón de la cara de ella-dale una oportunidad para conocerte, él te considera una persona de mucha importancia para todos y quiere ganarse tu cariño por eso te mira tanto, trata de tener la mente abierta.

LA VIUDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora