15. Lo único que me importa

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¡Buenos días, corazones! Ayer no pude publicar el capítulo debido a un problema con la conexión, hoy ya esta solucionado y subiré el capitulo ¡ahora! Se que muchas estabais impacientes con el encuentro madre e hija, así que no esperaré a la noche para publicarlo, espero que lo disfrutéis. Se que esta novela es un tanto "diferente" pero espero que os guste y que la disfrutéis como yo cuando la escribo, ahora sí, sin tanto palabrerío...


Andrea caminaba cerca de Samuel mirándolo con rencor, se había atrevido a besarla y él tenía novia y una hija... le echó una mirada a Patricia de los pies a la cabeza y curvó la boca llegando a la conclusión de que tampoco era la gran cosa para él, sin dudarlo ella estaba mejor, permaneció cerca de Samuel buscando a Aurora mientras Patricia también seguía cerca.

Samuel: ¡¡¡¡AURORA!!!!-gritó desesperado.

Al otro lado, al margen del río, Aurora distinguió la voz de su padrino, ella se emocionó al escucharlo se levantó y gritó con todas sus fuerzas.

Aurora: ¡PADRINO!

Entonces la cara de Samuel se iluminó al escuchar la tierna voz de su ahijada sobre el propio ruido de la naturaleza, todos lo escucharon y siguieron a Samuel.

Samuel: ¡SIGUE HABLANDO AURORA!

Aurora: PADRINO, EN EL RÍO-comenzó a dar saltitos al ser encontrada.

Samuel: PIENSO MATARTE-comenzó a reír mientras todos llegaban hacía ella, salió de la arboleda y la vio dando saltitos.

Andrea: ¡CUIDADO!

El pie de Aurora piso en falso y resbaló cayendo fortuitamente al río, la corriente estaba bastante fuerte y la joven fue arrastrada por la corriente, mientras luchaba por permanecer en la superficie, Samuel no se lo pensó dos veces, se quitó el calzado y se lanzó al río para llegar hasta su ahijada.

Patricia: ¡SAMUEL, NO!-gritó desde la orilla-¡ESTAS LOCO!

Andrea sintió una angustia extraña en el cuerpo al ver a ambos en el río, a Samuel luchando por llegar hasta Aurora, mientras que esta hacia esfuerzos por no ahogarse a pesar de que el agua golpeaba una y otra vez su cara provocando que tragase agua, subió a su caballo y comenzó a galopar al margen del río mientras Samuel lograba alcanzar a Aurora. Andrea respiraba agitadamente mientras su corazón palpitaba desbocado, por una extraña razón sentía el impulso de tirarse al río junto a ellos, pero no, debía pensar con la cabeza fría.

Samuel: ¡Ya te tengo!-la pequeña se abrazó fuertemente a él-¡Ya estoy aquí! ¡Agárrate fuerte!-Aurora obedeció y se agarró fuerte al cuello de Samuel mientras él trataba de nadar a contracorriente.

Andrea ya había cogido ventaja sobre ellos y bajó del caballo metros más adelante, ató una cuerda a un árbol y se metió al río con ella, avanzó hasta llegar a la mitad del río y espero a que la corriente arrastrase a Samuel y a Aurora hasta ella, cuando los vio extendió la mano para agarrarlo.

Andrea: ¡Samuel!

Él la vio y extendió su mano, cuando la tuvo cerca ambos se agarraron con fuerza, Andrea tiró con fuerza y él hizo lo mismo hasta que finalmente todos estaban agarrados a la cuerda, todos observaban con admiración la hazaña de Andrea y Samuel, poco a poco llegaron a la orilla exhaustos y Aurora todavía seguía aterrorizada agarrada al cuerpo de Samuel mientras tosía frenéticamente.

Samuel: ya estas a salvo, princesa-acarició su pelo mojado.

Aurora: ¡perdón! Te he dado un disgusto enorme-permanecía abrazada con los ojos presionados con fuerza, todos excepto Patricia los miraban con ternura.

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