LA VIUDA

21. Flores M. (1/5)

Aurora: ¿Qué le pasa?

Samuel: parece la luna en creciente-sonrió.

Aurora: ¿Verdad? Me gusta mucho-bajó la camiseta-¿metí mucho la pata con Andrea?

Samuel: solo un poquito-besó su frente.

Aurora: perdón... es solo que me sentía en confianza de decir esas cosas.

Samuel: tienes que ser más discreta cielo, hay cosas que es mejor callarlas no tienes que contar siempre todo a todos.

Aurora: lo sé, lo siento... Pero, ¿pudiste solucionarlo?

Samuel: bueno... más o menos, veremos qué pasa con el tiempo ¿sí?

Aurora: pero... estarás con ella, digo le vas pedir salir y esas cosas.

Samuel: apenas nos conocemos Aurora, poco a poco...

Caminaron hacia la sala y encontraron a Flavio, Irina y Andrea tomando un café en ella, se sentaron para hacerles compañía un rato antes de marcharse definitivamente a su rancho. Andrea e Irina quedaron en la sala un rato más en lo que el servicio recogía todo.

Irina: yo si me creo a Samuel...-dijo sin más, Andrea la miró-digo, se le ve interesado en ti, como te mira, como te habla, esas cosas saltan a la vista.

Andrea: necesito un poco de espacio para aclarar ciertas cosas.

Irina: ¿Qué cosas? Si los celos hablaron por si solos.

Andrea: yo no estaba celosa-cruzó los brazos.

Irina: entonces ¿por qué te importa tanto que Patricia viva con ellos?

Andrea: pues porque viene besuqueándome para después tenerla viviendo allí, eso no está bien.

Irina: vaya, tu haciendo algo correctamente, con lo buenísima que tú eres-soltó una risa.

Andrea: ja, ja, ja, que graciosa te puso tu noviazgo con Flavio ¿eh?

Irina: pues sí...-suspiró-es muy bueno, siento que desde hace mucho tiempo no era tan feliz.

Andrea: me alegro por ello, ahora solo queda que sea el correcto para que salgas de aquí y seas más feliz aún.

Irina: no me iré hasta verte feliz a ti, así que si quieres que pase eso, date prisa en alcanzar tu felicidad-se levantó y besó su mejilla-voy a descansar.

Andrea: buenas noches...

•

Días después de aquella cena Flavio venía diariamente a ver a Irina, ambos salían a dar paseos, hablaban, cenaban de vez en cuando y su amor crecía cada día un poquito más, por otro lado Andrea y Samuel solo se habían visto a lo lejos y por más que quisiera acercarse Andrea ponía una barrera en su contra que no dejaba que Samuel la traspasase, en casa, Patricia seguía instalada y no tenía intenciones de irse, ya que, cada vez que surgía el tema trataba de dar pena, algo que acababa con la paciencia de Flavio y Aurora quien cada día estaba más en contra de ella y más a favor de alguien como Andrea para su padrino.

Irina y Andrea se encontraron en el jardín para desayunar, era una mañana bastante calurosa y aprovecharon para salir fuera, de pronto una chica del servicio trajo un bonito arreglo de flores blancas.

Andrea: qué bonito detalle de Flavio-Irina recibió las flores.

Irina: es tan tierno-cogió la tarjeta y alzó las cejas-no pero... si no son para mí-miró a Andrea y el servicio también se quedó perplejo.

Andrea: ¿Para quién entonces?

Irina: son para ti, reina-Andrea esbozó una ligera sonrisa y las chicas que servían el desayuno observaron atentamente el detalle ella se dio cuenta frunciendo el ceño.