23. Date un gusto M. (3/5)

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Irina y Flavio descansaban en la orilla del río, ambos habían quedado exhaustos después de entregarse el uno al otro, estaban en ropa interior en lo que sus cuerpos se secaban, ella acariciaba su torso casi quedándose dormida.

Flavio: eres fantástica-ella lo miró con una sonrisa.

Irina: tu sí que lo eres, hacia demasiado tiempo que no me sentía tan bien-besó sus labios nuevamente y el miró su rostro.

Flavio: ¿Qué tienes ahí?-acarició su mejilla borrando un poco de su maquillaje y apreció un pequeño moratón-¿es un moratón?-ella recordó el altercado con Lucas y se puso nerviosa-¿Quién te hizo eso?

Irina: ¿Quién?-pensó rápido-nadie... fue tendiendo la ropa, lleve un golpe, me levanté muy torpe esta mañana-soltó una risita.

Flavio: no te creo, ¿ha sido Andrea? ¡No me sorprendería!

Irina: ¿Andrea?-Flavio se levantó y comenzó a vestirse-pero... ¿A dónde vas?

Flavio: a buscarla, no pienso consentir que te ponga una mano encima-ella se levantó rápido.

Irina: ¡No se te ocurra decir nada!-ella respiró-¿Cómo crees que habrá sido Andrea? Ella jamás me haría daño-Flavio la miró a los ojos y comprendió que decía la verdad.

Flavio: es solo que... ¡Ella no es buena!-respiró hondo-Samuel sufre por ella y... lo que dicen.

Irina: llevo 15 años a su lado, créeme que si fuera como todo el mundo dice yo sería la primera en abandonar esa casa-Flavio se sorprendió al verla seria, todo lo que había visto hasta ahora había sido pura dulzura.

Flavio: lo siento, me precipité en acusarla, pero entre lo que se dice y lo que hace con mi hermano entiende que perjudique la imagen que tengo de ella.

Irina: solo fue un golpe que me di a la mañana al estar haciendo unas tareas, ella nunca me haría daño todo lo contrario... reconozco que ha sido dura con Samuel y que en el pueblo no se habla linduras con ella, pero si supieras todo lo que esa mujer ha hecho por mi le harías una estatua, te lo aseguro.

Flavio: vale, está bien, pero no te enfades...-la abrazó-acabamos de vivir un momento perfecto y no quiero que se estropee, lo siento.

Irina: está bien... no pasa nada pero trata de mantener la mente abierta con Andrea, ha sufrido demasiado...

Flavio: está bien, pronto anochecerá, te llevo a casa-le dio un suave beso en los labios y ambos comenzaron a vestirse.

Jacinto: yo la vi hablando con alguien.

Andrea: ¿y estás seguro de que no era Flavio? El vecino

Jacinto: seguro... estaba muy lejos, en los campos, donde me dijo que estuviera, pero pude ver como tenían una conversación acalorada, luego me distrajo otro de los chicos y ya no vi más.

Andrea: está bien, gracias Jacinto, esperare a que Irina llegue y me explique ¿vale? Pon más hombres por el momento-se quedó pensativa-hay algo que se me está escapando y en cuanto lo pille verás...

Samuel intentaba trabajar en el despacho, se había quedado solo entre papeles y su cabeza no paraba de dar vueltas alrededor de Andrea, su conversación de la mañana lo dejó trastocado, si no le gustaban las flores y esas cosas que la hiciesen parecer blanda que podría hacer para demostrarle que si le gustaba, que quería estar con ella.

Samuel: las mujeres son tan complicadas-suspiró, Aurora entró en el despacho.

Aurora: ¿hablando solo?

LA VIUDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora