Han pasado tres días desde la triste partida de la abuela de Assia, no la he visto desde el entierro, solo nos comunicamos por el móvil, pero de igual manera le extraño. En este momento estoy sobre mi cama viendo comer a mi conejito Algodón, fue un regalo que aprecio mucho, tengo tan gordito a Algodón que provoca comérselo, pero a besitos.
El clima esta tan perfecto para ir a la playa, pronto comenzara la universidad y quiero aprovechar todo momento para luego esclavizarme con mis cosas. La propuesta de Illán se pasa de un lado a otro en mi mente, no lo veo desde que me lo propuso, no le he dado respuesta definitiva aunque creo ya la he tomado solo espero que él me escriba o envié señales de humo.
–Lu, te buscan –escucho a mi madre del otro lado de la puerta y ni siquiera me da tiempo de preguntar quién es.
Salto de la cama y coloco mis pantuflas, tomo a Algodón en mis manos y lo llevo a su jaula, tomo pedacitos de zanahorias y se las coloco para que no pase hambre.
Llevo mi pijama favorita, mi cabello en un moño y un abrigo, mamá no disfruta del hermoso verano y tiene toda la casa con el aire a tope. Salgo de la habitación y voy tarareando una canción, bajo rápido las escaleras y camino hasta la sala, lo que mira mis ojos me saca de mis pensamientos, es Illán.
Lleva short playero, una franela azul y sandalias, su cabello está bajo una gorra y lleva lentes de sol oscuros sobre su cabeza.
–Pero mira nada más, listo para una sesión fotográfica –sonríe y levanta su mano. –Hola...
–Lucia, no opino lo mismo –abro mis brazos y me doy una vuelta completa. –Hola... –sonreímos.
–Mírame nada más, muy hogareña el día de hoy, cosa que claro está, tu no –lo señalo y asiente.
–Ve, cámbiate, vamos a la playa, es un buen día para ir a broncearnos –me toma por sorpresa su invitación.
–Vaya, ¿No tengo permitido declinar?
–Definitivamente, no.
–Bien, entonces espérame unos segundos, acepto ir porque disfruto mucho ir a la playa.
–Entonces ve, acá espero.
Sonriente asiento y subo a mi habitación, corro hasta mi armario y busco todo lo playero posible, elijo mi bañador azul celeste de dos partes, un vestido un poco más arriba de mis rodillas color beige y mi sombrero que hace juego con mi bañador. Me coloco todo y busco unas sandalias bajas, preparo algunas cosas, como bloqueador solar, toalla, dinero y otras cosillas que siempre llevamos las chicas.
Dejo mi cabello suelto y hoy está un poco ondulado en las puntas gracias al moño que llevaba hace un momento, aplico un poco de bálsamo en mis labios para no ir tan pálida. Al menos tiene un poco de color y estoy lista, me despido de Algodón y salgo de mi habitación, nuevamente en la planta baja ya mamá se encuentra hablando con Illán.
–No sabía que eran tan buenos amigos –a veces quisiera que mamá pensara antes de hablar. –Pero en fin, disfruten.
–Gracias mamá –me sonríe y asiente.
–Bueno ya debemos irnos Lucia.
–Bien, vamos.
Ambos nos despedimos, salimos de casa y para este momento es muy notoria mi sorpresa.
– ¡Dios! ¿Un Jeep? –doy saltitos. –Para mi es uno de esos coches donde te levantas y cantas y gritas mientras vienes de una borrachera o eso te lo hacen creer las películas –rio un poco. –Esta genial para ir a la playa, haberlo dicho antes, Gaos –este ríe y se sube al coche, hago lo mismo y coloco mis cosas en los asientos traseros.
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¡Que Comience el Juego! ★ (Bilogía Juegos de Amor #1)
RomantikLa vida es un juego, ¿Pero el amor también? A la vida de Lucia Cadaval pronto llegara el juego mas intenso, ella sera consciente de todas las reglas del juego, pero solo una se le pasara por alto, 'No te puedes enamorar'. Nunca sabes si terminaras...