EPILOGO

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''Cada día se siente igual, trabajo, salidas con nuevos amigos, risas, bromas, momentos cálidos y agradables.

Pero de pronto, de pronto pasa y llega la noche, esas noches amargas, de esas donde me es inevitable conciliar el sueño y calmar mis pensamientos. Primero lloro, me ahogo en un llanto doloroso, pienso en todas las posibilidades que tengo para no continuar en ello y nada me funciona. Cubro mi boca cada que el llanto desgarrador me abandona para que nadie me escuche, pero ¿Quién puede escucharme? Si estoy completamente sola.

En ocasiones las preguntas me abarcan en cualquier momento, a la hora de comer, a la hora de darme una ducha o de simplemente observar la colonia donde ahora vivo, desde mi ventana. ¿Acaso tus noches son como las mías? ¿Frías y amargas? ¿Con dolor e insomnio? ¿Pensaras en mí? ¿Sonreirás al igual que yo cuando el momento lo amerita? ¿Me olvidaras en ocasiones? Trato de espabilar cada cosa que me haga recordarlo, pero es que es tan difícil en ocasiones.

Desde aquel adiós, he buscado mil maneras para no pensarte, y en ocasiones siento que lo voy logrando, que estoy avanzando y eso me emociona mucho. En ocasiones por mi mente no revoloteas y si en un segundo te pienso, esa sensación en la boca de mi estómago no está, me deja saber que no estoy sintiendo nada. ¿Acaso será que ya no te quiero? ¿Que ya no tengo el mismo amor por ti?

A veces me da miedo olvidarte, pero luego siento que es lo mejor que puedo hacer, yo decidí alejarme, dejándote a tu suerte, intentando que tu vida sin mí tuviera un cambio a tu favor y siento que ambos aceptamos la decisión.

Hoy se cumplen exactamente cuatro años desde que me fui de tu vida, de mi hogar, de mi zona de confort. Yo con la edad de veintiocho y tú con treinta, vaya que tan largo y pesado ha transcurrido el tiempo. Tengo otra mentalidad, nuevas metas y una vida adulta de la cual no me quejo. Opte por una vida solitaria, que solo se base en mi trabajo, compañeros, salidas, mis noches y en ocasiones, él. Siento que mis noches son el único consuelo, el corazón a veces se cansa de llorar, ¿Sabes? De anhelar y de pedir algo que no debo por mi bien y el tuyo.

El enojo se apodera de mis sentidos y en ocasiones no encuentro salida para mis repentinos ataques de ansiedad. Cuando me encuentro luchando por recuperar un bocado de aire, tu rostro se pasea por mi mente, eso me perjudica aún más, y el corazón me duele al sentir eso. Y aquí estoy aun viviendo con la incertidumbre de saber de ti y tu vida, si lograste avanzar o si te mantienes en ese hoyo donde siento que no te debí dejar, pero que muy lejos de mi mente, ambos sabemos que fue lo mejor.

Aquella noche supe que, el juego no ha terminado, y que quiera o no, en cualquier momento, quizás tú y yo, volveremos a jugar. Hoy me despido una vez más de ti y esta carta, nunca llegara a tus manos. Con amor, Lu. ''

Alzo la mirada, miro el cielo grisáceo y solo espero que en cualquier momento un par de nubes se unan y suelte un estruendoso trueno. Doblo la hoja entre mis manos, busco el encendedor en el bolsillo trasero de mi jeans y colocando ambas cosas ante mis ojos, observo el ligero fuego y acercando la hoja doblada, la quemo.

– ¡Lucia! ¡Vamos! –miro por encima de mi hombro, asiento.

– ¡Voy papá!

Llevo la mirada al frente una vez más y al alzar la hoja que poco a poco está siendo consumida por el fuego, espero unos segundos más y la suelto para que la repentina ráfaga de viento, se la lleve. Se consume más y dándome media vuelta voy al encuentro con mi padre y esbozando una sonrisa lo abrazo y nos encaminamos a su coche.

– ¿Todo bien? –le miro de reojo, asiento.

–Hoy es un día bueno, papá –sonrio y le imito.

–Es bueno saberlo.

–Lo intento, pa... –volteo a verle en su totalidad. –De verdad lo intento –me mira y asiente levemente.

–Te gustara la cena de hoy.

–No lo dudo.

Y riendo solo un poco salimos de este agradable parque al cual me gusta venir siempre y despejar mis pensamientos, donde intento drenar todo lo que mi mente almacena y mis días sean más tranquilos. De verdad lo intento, doy lo mejor de mí y espero continuar teniendo un buen avance en ello, no quiero más momentos críticos y sin salida. Quiero paz, quiero tranquilidad, quiero, yo, ¿Qué quiero?

...

¡Que Comience el Juego! ★ (Bilogía Juegos de Amor #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora