¡Que Comience el Juego! ★ (Bilogía Juegos de Amor #1)

Capitulo 31

Estamos frente a casa, después del almuerzo con los Fernán, Teo se ofreció a traerme, la comida con su familia estuvo muy agradable, aunque minutos antes había recibido la llamada de Illán.

–Gracias por el almuerzo –comento y volteo a verle, el rubio ya me observaba. –La pase muy a gusto con toda tu familia y, sobre todo, Hannah.

–Gracias a ti, por aceptar almorzar con nosotros, y por ayudarnos con Hannah, sé que no tenías los mejores ánimos, pero, gracias de verdad –ambos sonreímos y asiento.

–Yo, debería entrar...

–Lu –le veo y espero que hable. –Prometí que te ayudaría con lo de Illán, ¿bien?

–Teo, no creo que tengas necesidad, últimamente estás haciendo mucho por mí, realmente, y estoy agradecida con ello, lo mejor es que... –este niega de prisa.

–Te ayudare, cumplo mis promesas, al llegar a casa hablare con mi hermano Horacio, él sabe de estas cosas y podría ayudarnos o aconsejarnos sobre algo, ¿Ok?

–Teo...

–Ya, entra a casa, te llamare si tengo alguna novedad, ¿Está bien? –le miro fijo, niego un poco y termino asintiendo.

–Está bien, regresa con cuidado y una vez más, gracias, Teo.

Quito el cinturón de seguridad, le veo por rabillo del ojo al rubio, y este tiene su mirada al frente, paso abrir la puerta y antes de que pueda bajarme del coche, me acerco a él para despedirme con un beso en la mejilla, pero volteamos al mismo tiempo y nuestras narices chocan, el roce, la cercanía, la respiración tan cerca y las miradas fijas.

–Lucia...

–Buenas noches, Teo.

Y olvidando el beso que iba en su mejilla bajo con prisa y camino hasta la puerta de casa, sin siquiera voltear entro a esta, logrando así quedar con mi espalda chocando en la puerta cerrada detrás de mí y la respiración agitada.

–Debes ser sincero con ella, Lorenzo –escucho la voz de papá. –Si a tu hermana le interesa ese muchacho debes decirle lo que ha pasado y las condiciones que se le podrían implantar si es dejado fuera de todo esto.

–Pero la familia Gaos quiere mantenerlo oculto hasta que se dé lo de su salida, prefiero esperar, ¿No crees? –tengo tanta curiosidad, pero es obvio que ninguno de los dos escucho la puerta de casa y me quedo en mi lugar. –Lucia no me ha contado nada acerca del hermano de Maggie, ¿Tú crees que de verdad le interese?

–No lo sé, pero es obvio que le afecto, además, tampoco puedes ir contra marea y abordarla con ese tema, deja que sea ella quien te deje saber qué es lo que ocurre, ¿Ok?

– ¿Por qué no te acercas a ella? Tienes varios días en casa, intenta acercarte a ella.

–No –comenta de inmediato, eso me arrebata el aliento. –Y no porque no quiera, hijo, pero quiero que las cosas con tu hermana se den de la mejor manera, natural, nada forzado, entiendo su molestia, ella nunca acepto que yo deje a vuestra madre por otra mujer.

–Ninguno para ser honesto –se hace un corto silencio. –Pero hemos sabido aceptar tus decisiones papá, pero todo fue un golpe para Lucia, tienes razón, dejemos que sea ella quien quite un poco esa coraza.

–Y con respecto a ese muchacho, piensa muy bien si le dirás o no, ¿ok?

–Si papá, lo pensare.