¡Que Comience el Juego! ★ (Bilogía Juegos de Amor #1)

Capitulo 17

Lucia Cadaval.

Yo, Lucia Cadaval el punto amargo de la fiesta...

Me encuentro en una de las mesas que está en la esquina del salón, una copa de vino y botella a medio terminar, Assia comparte con todos y es su deber, está muy entusiasmada con Nahel y creo que no puedo hacer nada más, creo que debería de alejarme de esos problemas acerca del amor y dejar que cada quien sea dueño de sus actos.

– ¿Lucia, estas bien? –la voz de Zayed me sorprende y subo la mirada para verlo.

–Zayed ¿Porque eres tan alto? –ríe y se sienta a mi lado, así pasando a ser mi única compañía.

–Assia y Nahel fueron muy buenos amigos en su niñez, él no es mal chico, pero creo que Assia ya está atrapada en su propia red –Zayed tiene su mirada sobre su hermana y vuelve sus ojos a mí.

–La quieres mucho ¿No? –asiente y se sirve un poco de vino.

–Es mi pequeña beba, cuando supe que llegaría a nuestra familia un nuevo integrante, me entusiasme porque quería tener un hermano varón, cuando me dieron la noticia de que sería una niña no fue muy agradable para mí, luego cuando nació y la vi tan pequeñita y frágil quería tenerla conmigo siempre, ella era como una muñeca de porcelana, bueno aún lo es –mis ojos se humedecen un poco y evito llorar para no pasar vergüenza.

–Yo detesto a mis hermanos, en el buen sentido, ellos pueden ser tremendos y crueles conmigo, pero sé que aceptarían una golpiza por mí, mis tres tarados son lo mejor –reímos. –Por cierto, Zayed, creí que tú estabas de acuerdo a este tipo de costumbres árabes –niega y afloja su corbata.

–La verdad es que yo, me enamore de una chica no árabe hace unos cinco años atrás, mis padres se enteraron e hicieron todo lo posible por alejarla de mí, ella se fue de España y yo me quede destrozado y sin ánimos de volver a enamorarme –me toma por sorpresa su confesión. –No quiero que Assia sea infeliz, quiero que se enamore de un chico que realmente ella quiera, no de alguien que tu familia está metiendo por tus ojos.

–Solo quiero que mi mejor amiga sea feliz.

–Y yo Lu, y yo... –tomo un largo sorbo de mi vino, arrugo un poco mi cara y me levanto de mi silla, me tambaleo y por suerte esta Zayed al rescate.

–Joder, lo siento –niega y coloca mi brazo por sus hombros.

–Es mejor que te lleve a casa Lucia, ya esto está por terminar y no es bueno que tomes más de la cuenta –asiento y tomo mi bolso de mano.

Salimos del salón y no me despido de Assia, quiero irme pronto a casa ella entenderá que yo y mi borrachera –a punta de vino caro– no somos los mejores amigos.

Voy con Zayed en su coche, le agradezco una y otra vez por ofrecerse a traerme, no tenía idea de que él tuviera un corazón tan noble, pero tan destruido a la vez. ¿Porque hay personas que quieren destruir lo único que te hace feliz? Porque no dejar vivir a los demás con sus problemas y ya, un suspiro sale tan pesado desde mis entrañas y Zayed me observa confundido.

– ¿Te ocurre algo, Lucia? –lo miro y niego, él con su vista a la carretera.

–Inestabilidad emocional y sentimental, solo eso –este ríe un poco y asiente.

– ¿Un chico? –asiento y vuelvo a suspirar.

–Nada importante.

–Si no es importante porque suspirar al pensar en él, te recuerdo que él es el causante de tu inestabilidad emocional y sentimental –sonrió un poco y me quedo muda.