¡Que Comience el Juego! ★ (Bilogía Juegos de Amor #1)

Capitulo 26

Estoy con la mirada perdida, y ni siquiera comprendo lo que la señorita Gómez me está diciendo, se encuentra inspirada dando el sermón del año por no asistir a la reunión que estaba pautada para el jueves, ya hoy es sábado y realmente me siento un tanto mal por no asistir.

–Sé que le dije que no era obligatorio, pero deseaba verla allí señorita Cadaval –le miro y asiento.

–Lo sé, y lo siento profesora, debí ir, y de corazón disculpé por no haberme presentado, yo, tuve un percance familiar –el recuerdo de ese percance familiar se me viene de pronto a la mente. –Pero quiero que sepa que estoy interesada en el congreso, he faltado ya muchas clases y disculpe –me entrega una planilla y comienza a explicarme.

–Debes llenarla con todos tus datos, el congreso será de una semana, en el próximo mes, me sorprendió mucho ver a la mayoría participar, así que tus compañeros de clases y de otras carreras también irán, además no todo será estudios, tendrán su fin de semana de fiesta, así que no esta tan mal, Lucia –las dos sonreímos. –Lucia, eres una de mis alumnas más aplicada, y si tienes algún problema no dudes en dejarme saber, ¿Vale?

Levemente asiento y desvió mi mirada a la hoja que debo llenar con mis datos, nombre completo, número de móvil, carrera, correo y otros simples datos, le entrego la hoja y le miro.

–Me emociona todo esto del congreso, y de verdad no faltare –esta me mira y sonríe. –Y profesora, tendré en cuenta su ayuda.

–Buena suerte cariño, ya te puedes retirar –asiento y me levanto de la silla, salgo rápidamente de la oficina y me encamino a la salida de la universidad.

Todos los pasillos están llenos de alumnos, pero como siempre los murmullos y miradas caen sobre la persona más hablada de la semana, en este caso, soy yo. Con eso de que ahora me ven más involucrada con Teo Férnan, el muy tonto se ha sabido comportar a mi alrededor y la verdad es que su intensidad de un modo u otro me causa gracia.

Les ignoro a todos y camino hasta mi casillero, la verdad es que me da igual lo que hablen, ¿Qué acaso una chica no puede tener una repentina amistad con su ex novio? Sé que fue un completo asno con su actitud, pero Teo últimamente se ha comportado más humano y todo se debe a su familia, al parecer le fueron con quejas a su padre y este le dio una tunda palabrerías que lo hizo caer en cuenta y reacciono a tiempo.

La familia de Teo es muy unida, en un par de ocasiones compartí con ellos, su hermana Hannah y su hermano mayor aunque muy poco se le vea. Teo por ser de una familia reconocida debe comportarse a la altura, y lo cierto es que la manera infantil de comportarse es algo graciosa pero a veces muy hostigan te. El sonido de mi móvil llama mi atención y lo busco en mi bolsillo trasero, veo que es un mensaje de mi mejor amiga, le ignoro por un corto momento mientras paso a guardar mis cosas.

Paso a concentrarme tanto, que olvido los murmullos y miradas, cierro mi casillero y solo llevo un cuaderno en mis manos, me doy media vuelta y ni siquiera continuo la andada, me quedo estupefacta en mi lugar.

–Illán –susurro, y le veo caminar en mi dirección, observo a todos lados y le vuelvo a mirar. – ¿Ahora que quiere? –tomo una bocanada de aire, este se planta delante de mí.

– ¿Dónde has estado? –le miro de pie a cabeza. – ¿Por qué habías faltado a la universidad estos últimos días?

– ¿A ti que te importa? No empieces, ¿Quieres?

–Lucia...

Y paso a su lado, lo hago porque lo menos que quiero es lidiar con Illán Gaos en este momento. Hace unos minutos le comenté a la profesora que había tenido un percance familiar y fue así. Rubén se metió una borrachera tan fuerte que fui yo quien lidio con ello, todo porque lo de Assia lo tiene de cabeza y la única opción que logro fue irse de fiesta en medio de la semana –cosa que él nunca hace– pero lo hizo, falto al trabajo y por suerte metió un reposo médico que mamá tuvo que pedir que le hicieran y por mi lado decidí acompañarlo en su momento y por eso falté incluso a la reunión del jueves.